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Rosario

Caso Bocacha: las razones de un veredicto que dejó más conformes a victimarios que a víctimas

Carlos Orellano salió a bailar a La Fluvial con su grupo de amigos y amigas el domingo de Carnaval de 2020, poco antes que empiece la pandemia, a fines de febrero de aquel año. Y esa noche fue muy larga para su familia, tanto que no termina nunca. Al menos eso se sintió este miércoles al ver las lágrimas de su madre tras conocer el fallo del Tribunal de primera instancia, que determinó bajas penas para tres de los acusados por la muerte del jóven y absolvió al cuarto, jefe de seguridad del boliche.

El caso empezó cuando esa madrugada de 2020, Bocacha no volvió de bailar. Tenía que ir a comer a la isla con su familia, pero no llegaba. Su madre y su tía cruzaron el río y vieron en la pieza de la casa que compartía con sus padres en Empalme Graneros, que el chico no estaba. Lo buscaron en la Comisaría del barrio, después en la 2da en pleno centro y durante dos días en el río, con buzos tácticos y lanchas de Prefectura. Su cuerpo apareció sin vida y ahí empezó otra etapa, la de la búsqueda de justicia.

Familiares, compañeros de la cancha y organizaciones sociales se fueron sumando en estos tres años y medio al reclamo de verdad, al pedido de castigo para los culpables, con la idea de que la muerte había sido causada por patovicas.

Hubo idas y vueltas con la autopsia, con peritos que discutían los informes del IML y un largo debate para establecer si Orellano había caído con vida al agua. Finalmente, se confirmaría que había sido golpeado, pero que él mismo había saltado al río en medio de la golpiza. Eso estableció la teoria de Fiscalía, en base a testigos y otras evidencias. La defensa de policías y patovicas, antes y durante el juicio, sostendría que el joven había caído solo, por estar alcoholizado: “Se acostó a dormir abajo de la baranda y se cayó. Pobre, había tenido un mal día”, diría el abogado que representó a los empleados de seguridad de Sr. Ming el día en que se iniciaban los alegatos.

El padre de Bocacha, un pescador que no había tenido contacto con los medios hasta aquella fatídica noche de febrero de 2020, se fue convirtiendo en vocero de la causa con su fuerte presencia siempre a la cabeza de marchas, actos y reuniones con funcionarios: hasta el presidente de la Nación llegó a recibirlo, para escuchar su reclamo contra la impunidad por el hecho.

¿Los acusados? Dos policías que hacían adicionales en Sr Ming, un patovica y su jefe. Los cuatro habían interactuado con el pibe que terminó hundido en el Paraná, después de haber tenido un incidente en la zona del VIP a las 4 de la mañana. De allí había sido sacado a los empujones y luego cuando quiso volver a entrar recibió golpes, que siguieron en la baranda del muelle. Desde allí, Bocacha cayó al río con vida, aunque ya lesionado. Los agentes de seguridad tardaron en pedir ayuda y buscarlo, además de pergeñar un plan para que no se sepa la verdad. Para el Tribunal, el hecho existió y por eso determinó condenas para tres de los imputados. Aunque no aceptó la acusación del fiscal Patricio Saldutti para uno de los acusados, el responsable de la seguridad del boliche.

El veredicto se conoció este miércoles, en el Centro de Justicia Penal, en una sala colmada y llena de tensión, después de un largo peregrinar. Afuera, en la plaza del edificio de Sarmiento y Rueda, también había mucha gente, como pasó desde el primer día cuando Bocacha no aparecía. Y las caras, que eran de expectativa a las dos de la tarde, mutaron en bronca minutos después, cuando el juez terminó de leer la decisión del Tribunal.

El dolor de la familia tras la lectura del fallo.

El veredicto

Los fundamentos para la decisión unánime, adelantó el Tribunal, se conocerán la próxima semana. Lo que sí se leyeron, fueron las sentencias: condena para de Emiliano López, Karina Gómez y Gabriel Nicolossi, absolución para Fabián Maidana.

El patovica Emiliano López resultó condenado a 6 años con cumplimiento efectivo por homicidio preteritencional y abandono de persona. Por su parte, los policías Karina Gómez y Gabriel Nicolossi, que son pareja y en la noche del hecho trabajaban como adicionales, fueron condenados también. Para Gómez, 9 años con cumplimiento efectivo por homicidio preteritencional en concurso ideal con abandono de persona y delito de falsificar documento público, además de una inhabilitación por 18 años para ejercer cargos públicos. Además Gómez obtendrá el beneficio de la prisión domiciliaria, “por tener hijos a cargo”, explicó el juez que leyó el fallo.

Gabriel Nicolossi fue el que recibió la condena más alta: 12 años con cumplimiento efectivo, también por homicidio preteritencional con abandono de persona y falsificar documento. La inhabilitación para cargos públicos, en su caso es de 24 años.

Finalmente, como está dicho, absolvieron a Fabián Maidana por “el beneficio de la duda” ante la acusación que se había hecho de homicidio simple con dolo eventual. En su alegato y durante el desarrollo del juicio, Saldutti exhibió abundante evidencia del plan de encubrimiento que había organizado el jefe de la seguridad: enviando a todo el personal el acta oficial, con una versión en la que debían ponerse de acuerdo y otros hechos, como entregar un celular a la justicia que no era el que había usado la noche de la muerte de Bocacha. Sin embargo, el Tribunal valoró que debía quedar absuelto.

“Ya no creo en la justicia”, dijo Edgardo Orellano a la salida de la lectura del veredicto, en el segundo piso del CJP. Detrás de él, su mujer se desmayaba de rabia y dolor. Abajo, en la plaza, las decenas de personas que habían visto el fallo en vivo en una pantalla gigante, reclamaban cambios en el Poder Judicial, “para evitar la injusticia de este tipo de decisiones, de jueces que ganan dos millones de pesos y que protegen a los poderosos”, dijeron.

“Ojalá se sepa quién le pagó la defensa a estos tipos, que no trabajan desde la noche de la muerte de Bocacha”, gritaba uno de los amigos de Orellano. El equipo de abogados que defendió al patovica y su jefe, encabezado por el doctor Jorge Bedouret, es uno de los más reconocidos en el ambiente del derecho penal en la ciudad. Uno de los más caros, también.

Los jueces Mariano Aliau, José Luis Suárez y Aldo Bilbao Benítez (Farid Dumat Kelzi para RedBoing)

La valoración del fiscal Saldutti

Apenas conocido el fallo, RedBoing dialogó con el fiscal Patricio Saldutti, a cargo de la investigación y de la acusación para llegar a juicio. El funcionario del MPA adelantó que va a apelar la decisión, pero recién luego de conocer los fundamentos del veredicto que se leyó este miércoles. Y dijo: “Lo que tomamos nosotros como positivo del veredicto, empezando por ahí, es que el Tribunal por unanimidad dio por válida la teoría del caso de la Fiscalía. Esto es, que existió delito y la existencia de tres secuencias violentas contra Orellano fuera del boliche. De esas tres secuencias sucedieron dos en un primer momento, luego de esto, Bocacha se habría escapado y escondido de sus agresores, y cuando lo encontraron se dio una nueva agresión física, sobre la baranda junto al río Paraná. En el marco de esta última agresión, como escapatoria, la víctima salta al río, donde finalmente muere ahogado”.

Cabe recordar que durante el juicio, la defensa de los acusados -policías y patovicas no compartieron abogados- sostuvo que Orellano había caído dormido al agua sin que nadie más intervenga en la escena y que los golpes eran producto de lesiones previas o de lo que le pasó en el río. Pero de haberse validado esa teoría, los cuatro acusados hubieran resultado absueltos.

En esa línea, Saldutti agregó: “El tribunal ha condenado a tres de los cuatro acusados por el delito de homicidio preterintencional y abandono de persona seguido de muerte. Esto difiere jurídicamente con lo que planteaba la Fiscalía, que era homicidio simple con doble eventual, pero sería una discusión jurídica en la no podemos aventurar mucho porque no hemos conocido todavía los fundamentos”.

El fiscal sí disiente con la decisión sobre el cuarto acusado y encargado de seguridad (N. de la R: Fabián Maidana, jefe de los patovicas): “Lo han absuelto por el beneficio de la duda. Esto, por lo menos para nosotros, es lo más complejo de entender. Porque si damos por cierta la versión del hecho atribuida por la fiscalía y en base a los testigos, con prueba que produjimos en el juicio, sería lo mismo para los cuatro acusados y no vemos mucha forma de separar a uno de ellos del resto. Ahora vamos a esperar respetuosamente a que el Tribunal nos comunique la fundamentación. Pero nosotros probamos en el desarrollo de las audiencias, no sólo el hecho, sino la previa y las tres secuencias, también que hubo un ‘pacto de silencio’, que nació instantes después de la caída de Orellano al río”.

Fiscal Saldutti, junto al abogado de la familia Orellano y el padre de Bocacha (Farid Dumat Kelzi para RedBoing)

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