
La presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck dialogó con RedBoing y celebró la aprobación de un paquete de ordenanzas que actualiza el sistema de protección y promoción del patrimonio arquitectónico de Rosario. La iniciativa combina preservación, planificación y desarrollo urbano, con nuevas herramientas que buscan equilibrar el cuidado de los edificios históricos y el crecimiento de la ciudad.
“No alcanza con proteger por decreto: hay que generar condiciones reales para que conservar sea posible y rentable”, destacó Schmuck, al explicar que las normas aprobadas “ponen reglas claras, transparentes y sustentables para todos los actores del desarrollo urbano”.
El paquete está integrado por tres ordenanzas: Derechos de Edificación Transferibles (DET), la modificación de la Ordenanza 8245 (que regula el inventario patrimonial) y la actualización de los Proyectos de Articulación.
El sistema de Derechos de Edificación Transferibles permitirá que los inmuebles patrimoniales puedan vender su capacidad constructiva no utilizada a otros terrenos ubicados en zonas aptas para mayor densificación. Esto genera una “economía circular del patrimonio”, donde quienes conservan obtienen un beneficio económico y quienes construyen lo hacen en áreas planificadas.
“De esta forma, premiamos a quienes preservan y damos aire al mercado inmobiliario sin perder identidad urbana”, afirmó Schmuck.
La modificación de la Ordenanza 8245, vigente desde 2007, simplifica los grados de protección de ocho a tres y establece criterios precisos para la intervención de inmuebles históricos, diferenciando qué partes deben conservarse y cuáles pueden refuncionalizarse.
“Durante años tuvimos normas tan rígidas que terminaban siendo inviables. Muchos edificios quedaron vacíos o deteriorados porque no había opciones claras. Hoy eso cambia: damos un marco transparente, democrático y accesible para todos”, señaló Schmuck.
Además, la reforma incorpora un criterio de equidad económica: quienes preserven el bien original no deberán pagar compensación, mientras que quienes realicen modificaciones estructurales sí deberán hacerlo. “El que conserva, gana; el que transforma, compensa. Es una forma justa de alinear los incentivos con el verdadero espíritu de la preservación”, explicó.
Por último, la actualización de los Proyectos de Articulación busca resolver diferencias de altura y profundidad entre construcciones linderas, promoviendo transiciones armónicas entre lo nuevo y lo antiguo.
“Queremos que la ciudad contemporánea se construya detrás de la ciudad histórica, sin borrar su memoria. Este paquete de normas garantiza que Rosario crezca sin perder su identidad”, concluyó Schmuck.
Con estas nuevas herramientas, Rosario da un paso clave hacia un desarrollo urbano equilibrado, que protege su patrimonio cultural mientras impulsa la inversión y la modernización del tejido urbano.
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