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Cinco estrenos para este primer jueves de agosto

El cine nacional sigue con estrenos esperados: llega “Fragmentada” con Jazmín Stuart y César Bordón, vuelve tiburón pero con la segunda “Megalodón”, Jennifer Lawrence con “Hazme el favor”, el K-Pop suma otra película sobre una banda de chicas, y más animé con “The First Slam Dunk”. Aquí una selección de reviews con su correspondiente trailer y donde verla, porque el cine se ve en el cine.

“Fragmentada”

Thriller impecable, prolijo, concebido con pericia y profesionalismo en todos sus rubros, este primer largometraje del guionista y director Facundo Escudero Salinas (ya tiene listo su segundo film, La coleccionista) habría sido hace unos años un ejemplo a destacar dentro del cine de género argentino. Sin embargo, en tiempos de profusión de este tipo de historias (léase algo de Perdida, de David Fincher; y otro poco de Mare of Easttown, la serie con Kate Winslet; o de la islandesa Trapped) la película transita ciertos climas oscuros, sórdidos, ominosos que a esta altura nos resultan (demasiado) familiares.

Irina (Jazmín Stuart) es una policía que ha sido suspendida por algún exceso a la hora de un interrogatorio, al igual que Juana (Juana Bosco), su hija adolescente, que también ha sido suspendida pero del colegio. La protagonista recibe un mensaje de su padrino (César Bordón), comisario de un pueblo patagónico bastante cercano a Bariloche, informándole que su madre Nina (Beatriz Spelzini) ha recibido un complicado diagnóstico médico y la insta a volver al lugar. Así lo hacen Irina y Juana por lo que se reúnen las tres generaciones de la vertiente femenina de la familia: abuela, madre e hija.

Más allá de ciertas tensiones iniciales fruto de tanto tiempo de separación, pero también por las distintas formas de ver y enfrentar la vida, esas mujeres empiezan de a poco a (re)construir sus relaciones. Pero, claro, estamos frente a un (in)tenso policial de pueblo chico / infierno grande y pronto se encontrará el cadáver de una joven que estaba investigando las inversiones non sanctas de una compañía petrolera en terrenos sagrados de los mapuches (algo parecido a lo que ocurre en Killers of the Flower Moon, la nueva película de Martin Scorsese).

Irina, que debería estar cuidando a su madre y recuperando el vínculo con su hija, no puede con su genio y se obsesiona con resolver el caso, aunque eso la lleve a descubrir la cara oculta de esa comunidad cerrada y que puede tornarse muy hostil.

La película, que tiene su veta ecológica y su mirada cuestionadora a la forma en que se aborda la problemática de los pueblos originarios, apuesta en su segunda mitad a varios plot twists y ciertos golpes de efecto que no siempre están del todo bien bordados, pero que en su mayor parte resultan bastante inquietantes. Lo dicho, Fragmentada no será una película revolucionaria (ni siquiera demasiado innovadora), pero sí cumple con lo que promete: un cuidado y eficaz ejercicio de cine de género. Diego Batlle. En el Hoyts.

“Hazme el favor”

“Ella necesita un auto. Él necesita una novia”. La frase promocional de Hazme el favor –extraño reemplazo del “Sin resentimientos” del título original– describe gráficamente el concepto central del segundo largometraje de Gene Stupnitsky, que recuerda a las comedias sexuales de los años ’80 y ’90, en particular aquellas centradas en las ansiedades del debut sexual masculino. Con su desprejuiciada pero problemática Maddie Barker –una joven de 32 años con problemas económicos, chofer de Uber y mesera en temporada alta–, Jennifer Lawrence vuelve a lucir sus cualidades para la comedia. Maddie perdió a su madre hace tiempo y las deudas se apilan en el buzón de casa; la misma casa familiar que está dispuesta a defender a capa y espada ante la inminencia de un desalojo, empujado en parte por el explosivo desarrollo inmobiliario de la ciudad costera de Long Island donde vive desde que tiene uso de razón.

Cuando el auto de Maddie es incautado –por uno de sus tantos ex–, le llega la más extraña de las propuestas: seducir al introvertido y tímido Percy (Andrew Barth Feldman), un adolescente de 19 años que está a punto de ir a la universidad y cuya vida social es prácticamente inexistente, a cambio de un Buick en muy buen estado. Como explican los ricachones padres del chico, interpretados por Laura Benanti y Matthew Broderick, la idea es salir en varias citas, entablar intimidad, sacarlo del caparazón y, de ser posible, prepararlo sexualmente para el futuro. Así, la experimentada treintañera y el inexperto nerd se transforman en la pareja más despareja que pueda imaginarse. Los primeros cuarenta minutos de Hazme el favor son los mejores, los más alocados, con una Lawrence seductora pero nada delicada, frontal y guarra a la enésima potencia. Además de aguerrida, como demuestra una escena en la cual, completamente desnuda en la playa, se defiende a los golpes sin necesidad de ayuda.

El gag alrededor de la letra de “Maneater”, de Hall & Oates, que Percy malinterpreta de manera rotunda, tiene un corolario inesperadamente emotivo en otra secuencia, cuando el guion comienza a abandonar su bienvenida obscenidad por la sensibilidad y los sentimientos. Es que debajo de las capas externas, Hazme el favor no es otra cosa que una comedia sobre la amistad, los traumas y la necesidad de contar con el otro ante las dificultades de la vida. Es entonces cuando la película corre el riesgo de transformarse en algo diferente a la propuesta original. En parte lo hace, aunque Stupnitsky logra en cierta medida darle forma a una comedia astuta que ilumina con humor ciertos aspectos del choque entre millennials y centennials. Como cuando la protagonista ingresa en una fiesta de adolescentes y, sorprendida ante las actividades que tienen lugar detrás de las puertas cerradas, luego de algunos segundos de reflexión se pregunta “¿Pero es que ya nadie coge?”. Diego Brodersen. En todos los complejos.

“Mamamoo: My Con The Movie”

PURA POTENCIA SURCOREANA. ‘’1, 2, 3, Eoi!’’ Las nuevas potencias del K-pop mientras se embarcan en su primera gira mundial en la esperada película MAMAMOO: MY CON THE MOVIE. Las idols Solar, Moon Byul, Whee In y Hwa Sa te invitan a un viaje especial y emocionante. Disfruta sus cautivadoras voces y actuaciones dinámicas, y adéntrate en sus historias personales y conmovedoras como nunca antes, ofreciendo una mirada única detrás de los escenarios. A partir del MAMAMOO WORLD TOUR – SEOUL, se despliega la historia del grupo. ¡No te pierdas esta experiencia inolvidable en la gran pantalla con el fenómeno musical: MAMAMOO!

En Cinépolis, Hoyts y Showcase.

“The first slam dunk”

Más de 20 años tuvieron que esperar los fanáticos de Slam Dunk para ver animada una de las mejores partes de la historia.

“The First Slam Dunk” es la película que recopila el gran partido de Shohoku ante Sannoh, y que sin duda cumple con transmitir diversas emociones a los espectadores.

Cada miembro del equipo representante de la prefectura de Kanagawa tiene su momento de protagonismo en la peli, aunque esta se enfoca principalmente en Ryota Miyagi.

Su historia, que se aleja de la historia principal (no aparece en el manga), entrega mayores detalles de la vida de quien posee la casaca número 7: su dolor, su pérdida, pero también la superación de las problemáticas que lo marcaron a su corta edad, y que confluye en el partido del torneo nacional.

Hanamichi Sakuragi no pierde su esencia y sigue siendo el rey del rebote, con sus comentarios y arengas al equipo; Kaede Rukawa sigue con su afán de ser el mejor de Japón, y así lo demuestre con su crecimiento al interior del equipo durante el enfrentamiento ante el poderoso Sannoh; Hisashi Mitsui demuestra porque fue considerado en su momento el jugador más valioso; mientras que Takenori Akagi es la base de todo Shohoku, quien saca adelante al equipo y que también saca a relucir lo mejor de cada jugador.

Sannoh, por su parte, es uno de los mejores equipos de preparatoria de Japón, que cuenta con Eiji Sawakita, uno de los mejores jugadores del país, y que sorpresivamente se roba el protagonismo al final de la película.

Para quienes leyeron completo el manga, puede que el cierre del film no sea el mejor, ya que no concluye de la misma forma, pero tampoco es un cambio que molesta o que genera rechazo, puesto que muestra perspectivas impensadas, pero que va acorde con la historia planteada.

Por otro lado, y pese a la idea de querer innovar, la animación es lo que más genera críticas por el uso de CGI, sin embargo, y aunque parecieran gráficas de videojuegos, The First Slam Dunk no deja nada al azar e incluso trae escenas de la serie para los más nostálgicos. Adnradio. En el Showcase, en el Hoyts y en Cinépolis.

“Megalodón 2”

Si vieron el trailer, o la publicidad en algún lado, saben lo que es Megalodón 2: El gran abismo: una catarata de agua, sí, con un Jason Statham apretando los dientes y bichos y criaturas submarinas y terrestres de todo tipo, color y presumiblemente también olor.

Y por lo que se muestra en el avance, Jonas Taylor (el actor de Los Mercenarios, de las Transporter y en varias de Rápidos y furiosos) tiene que lidiar, de nuevo, con una especie que se extinguió hace más de 3 millones de años, pero como se cree que llegó a medir hasta 16 metros de largo, ésta que aparece ahora en la pantalla del cine es maxi hiper enorme.

Si en la primera Jonas debía salvar a sus amigos del ataque del megalodón, y terminaba venciéndolo con un arponazo en un ojo, ahora tendrá que combatir más especies raras, no solo la de la monstruosa criatura marina, tatara tatara tatara tatara abuela del tiburón blanco.

Bueno, si en la próxima El exorcista no hay una niña poseída, sino dos, ¿por qué en la secuela de Megalodón no podía haber más criaturas terroríficas?

Por supuesto que la trama es lo menos que interesa. No se asusten cuando empieza la película -más de uno va a pegar un salto, aviso- y todo arranca unos cuantos milenios antes de que un hombre pisara la playa que vemos en la pantalla.

En el presente, Jonas y otra gente buena viaja a la profundidad de un abismo, porque están tras nuevos hallazgos. Ah, el dueño de la empresa (Jing Wu), no solo es aguerrido y tiene mucha plata, sino que es un filántropo de los buenos. Claro, como Hammond, en Jurassic Park. Y tiene un megalodón propio, pero que lo crió desde bebe y confía en que le obedece a él. Sólo a él.

¿Y no va que allí, en las profundidades, los buenos se cruzan con los malos, que están enquistados en la empresa del chino bueno, por una cuestión de minería?

La película va a ir pasando de un escenario a otro, hasta llegar a un clímax o algo que podríamos definir así, en el que el grado de excentricidades (si somos benévolos) o payasadas (si somos más sinceros) atenta con la menor credibilidad.

Habrá actos de heroísmo, supremo y muchos tarascones en primer plano.

Si partimos de la base cierta de que Megalodón 2: El gran abismo tuvo un presupuesto de 150 millones de dólares -50 millones más que Barbie; 50 millones más que Oppenheimer- da para creer que tiraron al bicho marino, a los actores, a los submarinos, a todo por la ventana.

Y no.

Buena parte de esa millonada habrá ido a la cuenta bancaria de Jason Statham, que si en la película original disimulaba -algo- que lo que le hacían hacer para vencer al megalodón era un poco ridículo, aquí directamente Jonas parece que se la cree.

Sí, porque recordemos que el nombre de su personaje es hasta bíblico.

Coproducción con China, el nuevo y mayúsculo mercado que en Occidente sueñan con conquistar, la película tiene elenco mixto. Da igual, porque el que tiene que morir, morirá desayunado por un bicho, haya nacido donde lo haya hecho. Los buenos siempre ganan.

Pablo Scholz. En todos los complejos.

Fuente: Otros Cines, Clarín.

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