Transitando una gran gira por importantes festivales y escenarios que sigue sumando fechas por numerosas ciudades de Argentina, España y Latinoamérica, el grupo formado por Lucio Consolo y Marco Viera se consolida como una referencia musical indiscutida. En una presentación bisagra en su trayectoria, este memorable show en el Luna Park estuvo cargado de nuevos sonidos y un adelanto de la próxima etapa y eterna búsqueda en la que Peces Raros fluye.
Desandar la historia de Peces Raros es inevitable en fechas como la vivida ayer en Buenos Aires. Este primer show en el Luna Park, que movilizó a miles de seguidores de diferentes
lugares, desatando una expectativa única, hace que las presentaciones en el under, cuando la semilla de estos músicos recién empezaba a germinar se vea con otra luz, de profundo
agradecimiento y felicidad.
Los artistas oriundos de La Plata transformaron la atmósfera del Luna Park en las horas que duró el show, en una puesta superadora de sí mismos como nos tienen acostumbrados siempre corriendo el límite del sonido y sus miles de formas para demostrar que la música necesita estar en pleno movimiento sin miedo a fusionar el rock clásico, lo sinfónico con la electrónica y lograr que miles de personas bailen y vibren juntas.
La noche fue perfecta para estrenar temas que estarán incluidos en su próximo álbum. Así “Desaparecer” fue el comienzo de un setlist increíble, seguido por “Parte de un mal sueño”, “Aunque me digas que no”, “Sombras”, “Insuficiente”, “Cicuta”, “Cerca”, “Fabulaciones”, “En efecto”, “No van a parar”, y ya todo era una fiesta en ascenso directo de la mano de una puesta deslumbrante y la estética que representa a los nuevos dueños de la pista, con ese glam, ese rock y esa potente magia de electrónica que manejan en el escenario. Ya para la segunda parte y cierre no faltaron “Óxido”, “A donde quieras”, “El eden”, “Clerico”, Aluminio”, “Barrio adentro”, “Infieles”, “Antes de llegar” y “Durango”.
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