En el marco de la implementación de la nueva Ley de Microtráfico en la provincia, este lunes por la mañana se volvieron a derrumbar dos búnkeres destinados a la comercialización de estupefacientes. La acción se llevó a cabo horas después de que el gobernador Maximiliano Pullaro recibiera una nueva amenaza por la demolición de otros puntos de venta de droga.
En esta ocasión, los lugares donde se procedió al derrumbe de las viviendas fue en cercanías a Necochea e Ivanovski, en el extremo sur de la ciudad.
El secretario de Seguridad Pública, Omar Pereyra, estuvo presente en el lugar y aseguró que no se dejarán amedrentar por las notas intimidantes. “Sabíamos que iba a haber reacciones por parte de los delincuentes. Acá no vamos a dar ni un centímetro hacía atrás, vamos a continuar con lo que está establecido, trabajando con los recaudos necesarios”, comenzó destacando.
“Los búnkeres se ocupan temporariamente para le venta de droga, pero no hay presencia constante de personas, porque son puntos de venta. Son viviendas usurpadas que se destinaban a la venta de droga. El fiscal probó ante la jueza que acá existe una usurpación. Se ven disparos en las paredes, que tienen que ver con una disputa entre bandas por el lugar”, agregó.
Por otra parte, agregó: “Estamos tomando todas las medidas que creemos necesarias. El Estado está recuperando el rol que le corresponde. Está comprobado que el relajamiento en las medidas con la gestión anterior hizo que se empoderaran nuevamente los líderes de las organizaciones criminales”.
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