La dramática escena del martes por la noche en el Hospital Provincial de Rosario, con sicarios de un grupo narco que entraron a los tiros por la sala de guardia para rescatar a un preso e integrante de su banda que estaba internado, sigue resonando en los trabajadores del efector, que permanecerá cerrado al menos hasta el martes en reclamo de más seguridad. El hecho terminó con los delincuentes ejecutando a Leoncio Bermúdez, subinspector que trabajaba en el Destacamento policial del lugar.
Neris, uno de los médicos que atendió a Bermúdez, contó en diálogo con Gabriel Pennise por Radio Boing cómo se vivió el momento. En ese sentido, el profesional de la salud destacó que si los sicarios hubiesen querido matar a Lencinas “podían hacerlo sin problemas” y sostuvo que la situación “podría haber sido un desastre”.
“Después de los disparos, llamo al 911. Me hicieron varias preguntas y yo en ese momento no podía casi responder. Tengo que destacar que la Motorizada llegó en un minuto. En ese momento vimos al que nos cuidaba todos los días ensangrentado en la vereda. Y había más personas heridas”, contó Neris sobre lo ocurrido.
Continuando por esa línea, y relatando las dificultades que suelen afrontar día a día en la mayoría de los efectores de salud públicos, añadió: “Todos los días tenemos que atender presos y no tenemos la custodia adecuada. A veces nos han robado cosas dentro de la guardia”.
Comentarios