El sindicato de guionistas de los Estados Unidos, conocido como Writers Guild of America, comenzó una huelga histórica con consecuencias impredecibles para la ficción. A partir de este martes las producciones de series y películas quedaron frenadas por primera vez en quince años.
A través de un comunicado, la entidad gremial detalló sus requerimientos para intentar llegar a un acuerdo con los dueños de los estudios: que haya un nuevo mínimo de escritores para trabajar en televisión un aumento en las semanas consecutivas de empleo que reciben los guionistas, además de un incremento en las compensaciones que reciben por la gran cantidad de reposiciones que hay en los servicios de streaming.
La traba más importante en la negociación ocurrió debido a que los productores de contenido se negaron a hacer contraofertas de cada una de las solicitudes que dejó expresada la organización sindical en un texto publicado en su web.
En este contexto, la Alianza de Productores de Cine y Televisión llamó a esos dos ítems detallados anteriormente, los “principales puntos conflictivos”.
En el 2017, se votó por lo mismo con un porcentaje del 96,3% pero no se llegó a una huelga, mientras que otras dos veces sí ejecutaron medidas de fuerza. En 1988 y 2007, la entidad hizo paros, autorizados por el 97% y el 90,3% de sus afiliados. En el segundo caso, la protesta duró varios meses y frenó de manera radical la producción de ficción.
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