Mario Pájaro Gómez marcó la época de los 90 junto a los Vilma Palma e Vampiros. Sin embargo, antes de conformar la banda que compuso éxitos como Bye Bye y Auto Rojo, el rosarino formó parte de Identi-Kit, un grupo que pese a su poco reconocimiento logró la bendición de Gustavo Cerati.
Invitado a Los Mammones, el artista no dudó en responder cuando Jey Mammón le preguntó por su anécdota junto a Soda Stereo.
“Año ‘86. Primer disco de Identi-Kit. Ellos van a tocar antes a Rosario. Y yo, que era híper rompe pelotas, los fui a buscar a Sportivo América, dónde estaban cenando después de haber dado un recital en Newell’s. Y le tiré un cassette. ¡Un cassette a Cerati! Y Gustavo me dice: ‘Lo voy a escuchar’”, comenzó su relato.
Al tiempo, la banda que el Pájaro integraba junto a Claudio Mottura, Jorge Risso, Ricardo Vilaseca y Sergio Rivas, logró trasladarse a Buenos Aires. En este sentido, el Pájaro marcó el número del emblemático Cerati y lo invitó a sus ensayos.
“Lo empiezo a llamar por teléfono a la casa. Ellos estaban en pleno lanzamiento de Signos, en la cresta de la ola. ‘Escuchame, Gustavo, soy el de Identi-Kit. ¿Querés venir mañana al ensayo?’”, contó sobre su charla con el líder de Soda Stereo.
De acuerdo al relato del protagonista de la historia, al otro día Gustavo arribó con un gran tapado y los ojos pintados. Además, ingresó junto a él Charly Alberti. “Nos quedamos todos con la boca abierta”, recordó.
“Se quedaron toda la tarde, tomaron un café, les dimos facturas. Nos decían este tema me gusta, este no…Y el mánager les cantaba: ‘Nada, nada personal…’, mientras les pasaba por al lado. Se mataban de la risa”.
Finalmente, Gómez remarcó que se sentía un afortunado, ya que pocos podían contar con un recuerdo como el que él tenía junto a Cerati.
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