En un movimiento inesperado, pero precedido por rumores en las horas previas, Microsoft anunció una reestructuración total de Xbox Game Pass en todo el mundo —incluida la Argentina— y confirmó un aumento cercano al 50% en su plan más elevado.
A partir de ahora, el servicio tendrá tres niveles de suscripción, unificados con PC y sin distinciones de plataforma: Essential, Premium y Ultimate.
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Essential: costará $9000 más impuestos en Argentina. Ofrecerá más de 50 videojuegos para PC y Xbox, acceso a juego en la nube, online asegurado en consola y beneficios en títulos como League of Legends y Call of Duty: Warzone.
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Premium: tendrá un valor de $12.000 más impuestos. Incluirá más de 200 videojuegos, estrenos de Microsoft disponibles solo durante los primeros 12 meses desde su lanzamiento (ya no estarán en día 1), tiempos de carga más cortos vía streaming, online en consola y los mismos beneficios en juegos asociados.
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Ultimate: el plan más completo, a $25.000 más impuestos, sumará más de 400 videojuegos para PC y Xbox, estrenos propios y de terceros desde el día 1, acceso a EA Play y Ubisoft+ Classics, además de todas las ventajas de los planes anteriores.
Este rediseño de Game Pass se da en un contexto de aumentos generalizados en la industria del gaming. Anteriormente, Sony elevó el precio de las PlayStation, mientras que Nintendo incrementó el valor base de sus videojuegos con la salida de Switch 2.
El panorama no muestra una mejora para los jugadores, las grandes compañías buscan ajustar sus modelos de negocio a costa de los usuarios. Como en los inicios del gaming, los altos precios amenazan con achicar el mercado y dejar afuera a gran parte del público, en especial en regiones periféricas como Latinoamérica, donde la piratería ya supo ocupar ese vacío en el pasado.
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