La exitosa subasta de bienes decomisados al delito consiguió más de 450 millones de pesos, que serán donados por la provincia a organizaciones benéficas. El propio gobernador Maximiliano Pullaro encabezó el acto, que se realizó en el Salón Metropolitano de Rosario. Como datos de color, quedaron dos hechos que se dieron con una moto Honda CBR 600 que había salido a la venta sin su llave y un elegante Triumph modelo 1958 que había pertenecido al financista Luis Herrera, cuyo comprador no tenía fondos para pagarlo.
Por la moto, lo que pasó en la previa fue que apareció un hombre con la llave de la CBR, sin haberse anotado en la lista de gente que podía subastar. Cuando se le preguntó cuál era su intención, dijo que quería “hacer algún negocio” con quien ganara la puja por el vehículo. Como no tenía papeles para justificar su relación con la Honda azul que había pertenecido a los narcos, quedó detenido y se averiguará si tenía relación con alguna banda.
Por otro lado, al finalizar el acto de remate de los vehículos que organizó la Agencia Provincial de Registro, Administración y Destino de Bienes y Derechos Patrimoniales (Aprad), quedó demorado otro hombre, que había comprado el Triumph TR3, modelo 1958. Se trata de un viejo auto deportivo, que perteneció a Luis Herrrera, un financista rosarino que acumula denuncias de ahorristas y tiene decretada la quiebra.
Cuando tuvo que pagar, no tenía dinero para hacerlo y se negaba a poner el 10% del valor por el que se había cerrado la operación y los 100.000 pesos de seña que le solicitaba la Aprad, como a todos los compradores. Como ya había sucedido con quien tenía la llave de la moto, se lo demoró para establecer si está vinculado con alguna banda.
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