Silvina Luna vivió momentos de angustia y dolor en la terapia intensiva del Hospital Italiano, donde luchaba contra las secuelas de cirugías estéticas realizadas por el controvertido cirujano Aníbal Lotocki. Durante este difícil período, sometida a diálisis y a la espera de un trasplante de riñón que pudiera mejorar su calidad de vida, la actriz pasó por una experiencia dolorosa que lamentablemente terminó con su fallecimiento.
Una de las personas que estuvo a su lado en este difícil trayecto fue su mejor amiga, Analía Reina, quien compartió detalles de los últimos días de Silvina en el centro médico en una entrevista en el programa “A la Barbarossa” de Telefe.
Reina relató el sufrimiento que Silvina experimentó en sus últimas horas, describiendo cómo luchaba con dolor y agonía. Las secuelas de las cirugías estéticas la habían dejado en un estado delicado, y su lucha por recuperarse era evidente. A pesar de su sufrimiento, Silvina seguía siendo una luchadora, anhelando salir adelante y recuperar su vida.
Analía Reina compartió cómo su amiga, en sus momentos de lucidez, se daba cuenta de la gravedad de su situación. A pesar de ello, Silvina pedía ayuda para hacer ejercicios y trataba de mantener la esperanza de recuperarse. La angustia de ver su cuerpo afectado y sentir que no podía avanzar fue una experiencia devastadora. “La tengo difícil“, fue una de las últimas palabras de la modelo.
La amiga de Silvina también mencionó que, en los últimos días, la actriz expresó su deseo de trascender y liberarse del sufrimiento que estaba experimentando. Su lucha y su valentía hasta el último momento fueron notables.
Finalmente, Analía Reina destacó el papel fundamental que desempeñó el hermano de Silvina, Ezequiel, quien estuvo a su lado en todo momento, brindándole amor y cuidados. La conexión entre los hermanos fue evidente, y Ezequiel se convirtió en un pilar fundamental durante estos momentos difíciles.
La partida de Silvina Luna dejó una profunda huella en quienes la conocieron y compartieron su dolorosa experiencia en la terapia intensiva. Su valentía y su lucha son recordadas con admiración, y su hermano, Ezequiel, permanecerá como un ejemplo de amor inquebrantable.
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