Este martes en el Centro de Justicia Penal se realizó la audiencia imputativa contra uno de los detenidos por el millonario robo de tecnología a la escuela Gurruchaga. El fiscal Fernando Dalmau le atribuyó a Lucas Torres los delitos de robo agravado por ser poblado y en banda, más escalamiento, en concurso ideal en carácter de coautor y en grado de consumado. Se le sumó también la acusación por hurto simple en carácter de autor y en grado de tentativa y robo simple en grado de tentativa. El Juez de Primera Instancia Nicolás Foppiani tuvo por formalizada la imputación y dictó prisión preventiva efectiva, hasta la finalización de la audiencia preliminar.
De acuerdo a la acusación de Dalmau, el pasado 30 de abril “el acusado ingresó junto a tres masculinos aún no identificados al Complejo Educativo Dr Francisco de Gurruchaga, a través de una fábrica abandonada lindera al gimnasio del establecimiento”. Esto sucedía en la tarde de un domingo y en la previa de un feriado. Aunque no se mencionó el dato en la audiencia, vale la pena recordar que a las 12.48 de ese mismo día un vecino había alertado al 911 por la presencia de extraños subiéndose a los carteles publicitarios que tapan al citado baldío, una vieja propiedad que perteneció a la empresa Telecom, hoy llena de yuyos. Por ese mismo sitio, se había entrado a robar veinte días antes también a la escuela y en aquella ocasión habían usado otro acceso para llegar hasta el patio de la institución.
Volviendo a la escena del robo que hoy llegó a audiencia, en el relato de Fiscalía se explicó que el domingo 30 de abril los ladrones “colocaron una escalera para acceder y tener acceso al predio por medio de una ventana, que se encuentra a 6 metros de altura aproximadamente, arrancando mediante el uso de fuerza las hojas de la misma”. Allí sustrajeron tres cámaras de video digitales hd Sony, dos proyectores, computadoras, televisores y equipos de radio, entre otros elementos. Al día siguiente, cuando el director de la Gurruchaga advirtió el hecho, consideró que se habían llevado tecnología por unos 50 millones de pesos.
El fiscal Dalmau explicó ante el juez Foppiani que los delincuentes “se retiraron con los elementos por el portón lateral de ingreso al Complejo que tenía una cadena con candado”. Estos movimientos quedaron registrados en las cámaras de seguridad privadas de la zona.
Con la colaboración de otra persona, el imputado puso a la venta en Facebook una parte de los elementos sustraídos y allí fue que la AIC pudo dar con él. Se acordó una supuesta transacción con el delincuente y allí lo agarraron, el pasado sábado 6 de mayo de 2023, en una YPF de Pellegrini y Perú. Junto a Torres, cayó una mujer que no había participado del robo, pero sí había encubierto.
Otros antecedentes del mismo ladrón
El detenido por el robo a la Gurruchaga tenía otros antecedentes. Por eso este martes se le atribuyó el hecho del pasado 29 de marzo, cuando ingresó a un local comercial en Boulevard Avellaneda al 1500 de Rosario y se llevó una bomba de agua de 1HP. Cuando el empleado de ese negocio salió a correrlo, “observó que personal policial se encontraba con el imputado, por lo que dio aviso de la situación. Se le hizo una requisa y se le secuestró lo robado de un bolso blanco tipo morral”, dijo el fiscal.
El 27 de abril, tres días antes de entrar a la escuela por un baldío, Torres había intentado robar a las 5 de la mañana en Córdoba al 1600 en pleno Paseo del Siglo. “Quiso sustraer prendas que se encontraban en el interior de un local comercial, dañando el cristal de la vidriera con una barra de hierro, siendo aprehendido por la policía en las inmediaciones del lugar secuestrando el elemento antes mencionado”, planteó Fiscalía. Increíblemente, 72 horas después de aquel hecho, estaba robando en la Gurruchaga.
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