
Napoli volvió a lo más alto. Dos años después de haber tocado el cielo con las manos de la mano de Luciano Spalletti, el equipo del sur de Italia volvió a consagrarse campeón de la Serie A, esta vez bajo el mando de un técnico tan polémico como ganador: Antonio Conte. La victoria en la última fecha frente a Cagliari por 2 a 0 selló el Scudetto y desató una fiesta que teñirá de celeste a toda la ciudad durante semanas.
Pese al triunfo del Inter, también por 2-0, sobre Como con un tanto de Joaquín Correa y otro de Stefan De Vrij, los napolitanos, que tuvieron unos minutos de Giovanni Simeone, con 82 puntos se quedaron con lo más alto de la tabla por sobre el Nerazzurro (81) de Lautaro Martínez y el Tucu, que jugará la final de la Champions League ante PSG. Es el cuarto Scudetto en la historia de equipo del sur de Italia.
Pero este título, que parecía improbable al inicio de la temporada considerando que todos daban al Inter de Lataro Martínez y Simone Inzaghi o al Atalanta de Mateo Retegui y Gian Piero Gasperini —que venía de ganar la Europa League—, se explica a través de un trabajo quirúrgico, una mentalidad renovada y decisiones vitales que marcaron el rumbo. A continuación, las cinco razones que explican cómo el gigante de Nápoles se convirtió por cuarta vez en el mejor equipo de Italia.
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