El 15 de julio de 2010, el Senado Argentino aprobaba la Ley de Matrimonio Igualitario y de esta forma, el país se convirtió en el primero de América Latina en reconocer este derecho. Además, fue el segundo de América (después de Canadá) y el décimo a nivel mundial en legalizarlo.
Este derecho conquistado por la comunidad LGBT se debió a una larga lucha que pasó por varias instancias y tuvo su caja de resonancia en el Congreso argentino desde principios de la década del 90′ impulsada por la Asociación Gays por los Derechos Civiles a cargo de Carlos Jáuregui, recordado dirigente y pionero en visualizar la causa.
En diciembre de 1998, la diputada de la Unión Cívica Radical, Laura Musa presentó un proyecto para habilitar la unión civil entre homosexuales que pasó sin pena ni gloria por la Cámara baja. Margarita Stolbizer y la propia Musa volvieron a impulsar esta iniciativa que no tenía asidero pese a que aclaraban que no querían conflictos con la Iglesia Católica y contaba con el apoyo de la Sociedad de Integración Gay Lésbica Argentina.

En el 2005, la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) presentó un proyecto de unión civil que incorporaba derechos importantes como pensión, patria potestad compartida, herencia, beneficios previsionales y de obra social para parejas sin importar si eran del mismo o de distinto sexo. Además establecían un régimen diferente al del matrimonio porque no regulaba la necesidad de monogamia, ni del contrato conyugal, ni la anulación del contrato por la existencia de determinadas condiciones físicas y de salud, entre otros cuestionamientos a la institución matrimonial. Sin embargo al otro año perdió estado parlamentario.
En el 2007, el diputado socialista Eduardo Di Pollina y su par del ARI, Marcela Rodríguez armaron un proyecto de ley de matrimonio entre personas del mismo sexo acompañado por la FALGBT (Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans). Por su parte, la senadora Vilma Ibarra (actual secretaria de Legal y Técnica del gobierno de Alberto Fernández) expuso una iniciativa similar.
Finalmente, el 5 de mayo de 2010, la Cámara de Diputados aprobó la modificación del Código Civil que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo por 126 votos a favor frente a 110 en contra y cuatro abstenciones. Vale destacar el rol que tuvo el kirchenrismo, ya que en la plataforma electoral del Frente para la Victoria para las elecciones de 2007 (donde llevó como candidata a Cristina Fernández de Kirchner) figuraba este cambio en la legislación como propuesta de campaña.
El propio Néstor Kirchner, quien ese momento era diputado, apoyó fuertemente esta ley que fue la única que votó como legislador nacional ya que falleció el 27 de octubre de ese año.
Mientras avanzaba el tratamiento en el Senado, la Iglesia Católica salió a repudiar públicamente el matrimonio igualitario y se produjo un fuerte contrapunto entre Jorge Bergoglio, por entonces obispo de Buenos Aires y actual Papa Francisco, y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Cristina manifestó su sorpresa y preocupación cuando Bergoglio dijo que fue una “movida del Diablo que puede herir gravemente a la familia”.
Finalmente el 15 de julio de 2010, la Cámara Alta aprobó la ley de Matrimonio Igualitario y Argentina dio un paso fundamental para avanzar en la consolidación de la igualdad de derechos.
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