La cardióloga y especialista en obesidad Carolina Chacón conversó en Antes de Todo por Radio Boing para explicar los nuevos fármacos contra la obesidad que se pusieron de moda a nivel mundial, como el famoso Ozempic, y la nueva molécula disponible en Argentina.
Chacón explicó que el fármaco nuevo en el mercado argentino se llama Mounjaro (cuya droga es TIRZEPATIDE), una medicación muy similar al Ozempic (droga Semaglutide), que ya está aprobada por la ANMAT.
“Esta combinación, lo que ha logrado, son descensos de pesos similares a las cirugías bariátricas”, afirmó Chacón sobre la nueva droga.
Cómo funciona la nueva molécula
La nueva medicación (Mounjaro) inventó una molécula que ejerce el efecto de la hormona GLP-1 que ya conocíamos, pero también suma el efecto de otra hormona más, que se llama GIP.
¿Cuál es la diferencia? La combinación de estas dos hormonas (GIP y GLP-1) logra un efecto aún más potente sobre el control del azúcar en la sangre y, fundamentalmente, sobre el control del peso.
Chacón explicó que las dos hormonas no solo actúan sobre la insulina, sino que también actúan sobre los centros de saciedad a nivel del sistema nervioso central. Además, la combinación tiene un efecto directo sobre el tejido adiposo, permitiendo un mejor balance y evitando que se deposite grasa dentro de órganos como el hígado, el corazón y el riñón.
Efectos secundarios y la importancia del cambio de hábitos
Consultada sobre los efectos secundarios graves, como los rumoreados en el caso de Robbie Williams, Chacón llevó tranquilidad. Señaló que hasta ahora no se demostró una correlación directa entre el Semaglutide y la pérdida de visión en estudios clínicos. La Unión Europea sí pide al productor que lo ponga en el prospecto por cuestiones de seguimiento. La única contraindicación es que el paciente tenga antecedentes de retinopatía severa.
La cardióloga enfatizó que es fundamental acompañar el tratamiento con un cambio de hábitos:
“Sin un cambio de alimentación y sin ejercicio físico, sobre todo ejercicio de fuerza, esto no funciona a largo plazo.”
Chacón remarcó que la medicación es bajo prescripción y receta, y lo ideal es que sea bajo seguimiento interdisciplinario. Si el paciente aprende a comer y a hacer ejercicio, el cambio puede ser permanente.
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