Alejandro Rodríguez, profesor de Educación Técnica en la ET N° 3 María Sánchez de Thompson (CABA) y uno de los dos argentinos nominados al Global Teacher Prize 2026 (considerado el Nobel de la Educación), habló en Antes de Todo de Radio Boing sobre su metodología de trabajo y los proyectos sociales que lleva adelante.
El docente de ciencia y tecnología, con más de 27 años en escuelas públicas, reconoció que hoy el desafío de mantener la atención de los estudiantes es “profundo” y que lograr la concentración de los jóvenes dispersos requiere un gran esfuerzo semanal.
Rodríguez destacó que una de las premisas del Global Teacher es reconocer los “trabajos extras” que realizan los docentes. En su caso, además de su labor normal en el aula, mantiene un club de ciencias que trabaja en proyectos solidarios y sociales, muchas veces durante los fines de semana.
Consultado sobre por qué cree que le llega la nominación, Rodríguez sostuvo que el premio está poniendo en valor la educación técnica dirigida “hacia lo social”, que forma a personas solidarias a través de proyectos extracurriculares.
Detalló ejemplos de los trabajos que realizan:
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Biodetectores y Cloradores: Entregaron a comunidades rurales en Salta biodetectores y cloradores albinos para generar cloro y eliminar microorganismos en el agua.
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Monitoreo de Agua: Generaron detectores que analizan la presencia de microorganismos en el agua y boyas que monitorean las condiciones de ríos.
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Temática Central: El eje central de casi todos sus proyectos es el medioambiente, casi siempre relacionado con el agua, ya que fue la temática más solicitada por las comunidades a las que asisten.
El premio principal del Global Teacher Prize es de un millón de dólares, una suma que, según Rodríguez, podría financiar grandes proyectos. Comentó que su último proyecto era lograr que la comunidad de Campo La Paz, que carece completamente de luz y servicios públicos, pudiera tener mínimamente electricidad y agua caliente con paneles solares y termotanques solares.
El docente explicó las dificultades de mantener su club de ciencias: “En el club tengo tres o cuatro chicos porque yo lo mantengo con recursos propios, más de esa cantidad no puedo. También vienen y les doy para el pasaje y comen conmigo… Cuesta un poco.”
Rodríguez, quien se formó y egresó de la misma escuela técnica donde trabaja hoy, remarcó que, si bien debe cumplir con la currícula normal, aprovecha la posibilidad de incorporar cosas que él considere necesarias. Para ello, primero fija la necesidad de la escuela rural a la cual va a trabajar y luego se capacita personalmente contactando a científicos, ya que su rama principal es la computación.
Cómo sigue la competencia
El proceso del Global Teacher continúa de la siguiente manera:
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Etapa actual: El premio se encuentra en la selección de los 50 docentes.
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Próxima Etapa: Se volverá a seleccionar para que queden 10 docentes, que serán los que realmente compitan por el premio final en el mes de febrero.
Rodríguez se mostró “muy honrado de haber llegado a este premio” y destacó que también está nominada otra docente argentina, Gloria Cisneros, de Chaco. A pesar de reconocer que hay competidores con doctorados y proyectos apoyados por sus gobiernos, insistió en que el premio busca medir “la tecnología educativa que tuvo más impacto”.
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