
La provincia de Santa Fe se encuentra en alerta sanitaria por la reemergencia del sarampión. El contagio de una familia uruguaya que transitó por la región obligó a la Dirección Provincial de Promoción y Prevención de la Salud a iniciar un rastreo de posibles contactos, ante la preocupación por la gran baja en la vacunación.
Analía Chumpitaz, directora provincial del área dialogó con Nacho Russo en Antes de Todo de Radio Boing y confirmó la alerta que emitió la Dirección Nacional de Epidemiología, acatando el reglamento sanitario internacional. La familia infectada hizo un tránsito de dos días y medio en tres colectivos por varias provincias y realizó tres paradas en estaciones terminales de Santa Fe.
“Tuvimos que buscar a las personas que descendieron y obviamente tomar todas las medidas de bloqueo, verificar y monitorear las vacunaciones y realizar las medidas pertinentes en cada una de las estaciones terminales”, detalló Chumpitaz.
La funcionaria explicó que la baja en la vacunación es un fenómeno mundial que afecta también a nuestro país y produce la reemergencia de enfermedades que se creían eliminadas. La región de las Américas perdió este año el mote de “libre de circulación endémica de sarampión” debido a un brote en Canadá, un país con alto poder adquisitivo, lo que demuestra que la causa es más compleja que la situación económica.
Chumpitaz fue enfática al hablar de la influencia del movimiento antivacuna: “Hay una circulación de noticias en las redes sociales… la gente no tiene claridad. Hay que ser muy claro, las vacunas y el lavado de manos son las dos medidas más eficientes a lo largo de la historia de la humanidad en cuanto a salud pública”, aseguró. La directora pidió a la población no viralizar fake news y consultar siempre al médico.
La baja en la cobertura provocó el resurgimiento de patologías como la hepatitis A, la coqueluche (tos convulsa) y el sarampión. El sarampión, en particular, tiene complicaciones graves en los más vulnerables.
Chumpitaz recordó que el esquema del programa ampliado de inmunizaciones es obligatorio en Argentina. Aunque se exige al ingreso escolar, la cobertura es menor a medida que pasan los años.
Para el sarampión, el esquema requiere una dosis al año de vida y un refuerzo al ingreso escolar. Sin embargo, en el caso de los adultos, se deben garantizar dos dosis, algo que a menudo falta porque las personas “pierden los carnets” o no van a controles.
La funcionaria provincial solicitó a la población acercarse al vacunatorio más cercano. Solo con el DNI o el nombre completo pueden chequear el estado vacunal y completar todas las dosis necesarias.
Cerró con un concepto clave: “Las vacunas no son un bien o un derecho individual, son bienes y derechos sociales. Yo me vacuno no solo por mí, sino para proteger a esa población menor de un año que no estoy pudiendo vacunar porque son los más vulnerables, los más susceptibles”, concluyó.
Comentarios