La historia es repetida, pero no deja de asombrar: otra vez una causa judicial dejó al descubierto una banda narco con presencia en Rosario y liderada desde una prisión, en este caso la cárcel federal de Rawson. Sucedió este jueves, después de que la Justicia Federal de Venado Tuerto ordene la realización de 35 allanamientos, varios de ellos en penitenciarías santafesinas, porque la mitad de las personas imputadas por narcotráfico en la investigación ya está presa. Insólito.
Aunque el resultado final del operativo se conocerá en las próximas horas, RedBoing pudo acceder a detalles de la investigación que son realmente cinemátograficos, como los mensajes con los que el capo narco se comunicaba desde su celda patagónica con su ex pareja, detenida en la Cárcel de Mujeres de Rosario: “Analizamos miles de audios y videos. Hay directivas sobre precursores químicos, compra de armas, distribución y traslado de drogas, dinero, armas y municiones”, deslizó una fuente judicial. Con estos y otros elementos, se decidió allanar.
Además, como dato singular, la investigación que comenzó en 2021 la Fiscalía Federal a cargo de Javier Arzubi Calvo, encontró también que una joven usuaria de Tik Tok se había convertido ahora en la nueva novia del líder de la banda, el joven venadense preso en Rawson. La chica subía videos a la red social mostrando la capacidad económica de su pareja, el narco detenido en la Patagonia, que le había financiado un negocio de ropa en Venado Tuerto.
El caso pone en agenda la pregunta por lo que pasa dentro de las cárceles, con detenidos que siguen delinquiendo. En este caso, la capacidad de comunicación las 24 hs. de Marcos Nahuel Novelino, detenido en la prisión de Rawson, mueve el foco hacia María Laura Garrigós de Rébori, responsable del Servicio Penitenciario Federal.
El venadense Novelino había estado preso antes en Salta y en Piñero. El fiscal Arzubi Calvo detectó que desde allí seguía vinculado a la venta de drogas. Eso fue en 2019 y su lugarteniente era su pareja de entonces, Jesica Flores, con prisión domiciliaria en Venado Tuerto. Ambos habían caído por la misma causa, tras encontrárseles 10 kilos de marihuana en una cámara séptica.
En septiembre de este año, como parte de la misma investigación, se detuvo a la hermana de Novelino: se habían secuestrado unos 4 kilos de marihuana en panes, otra parte en envoltorios y precursores químicos, además de $500.000, dos armas de fuego y municiones. “En esa ocasión, también se habían encontrado las estufas y caloventores que vimos en los chats cómo ellos mismos desde la cárcel daban instrucciones sobre la forma de secar la droga”, indicó una fuente judicial a RedBoing.
Conectados desde la cárcel
A Novelino se decidió trasladarlo a la provincia de Chubut, donde las evidencias mostraron que siguió en actividad. En la Cárcel de Mujeres de Rosario quien está detenida y también tiene posibilidades de conectarse en forma permanente es Lucía Uberti, condenada por las balaceras de Los Monos a edificios de la justicia en 2018. Se sospecha que era quien recibía directivas desde Rawson y trasladaba al resto de la banda.
La droga llegaba a la provincia de Santa Fe desde Córdoba y entre los allanados este jueves hay otro preso que integraba la banda, desde la cárcel de Ezeiza y vinculado al reconocido narco peruano, Julio Rodríguez Granthon, condenado a 12 años de prisión y alojado en ese mismo penal federal.
Por decisión de la justicia en el marco del operativo, también se allanaron celdas en Coronda y Piñero -en la provincia de Santa Fe- y las cárceles de Córdoba capital y CABA. Según fuentes de la investigación, se logró secuestrar droga, precursores químicos, balanzas, teléfonos, papeles con anotaciones, máquinas para contar billetes, unos tres millones de pesos y otros elementos de interés para la causa. El magistrado que intervino fue el Juez Federal de Venado Tuerto, Aurelio Cuello Murua.
Datos claves sobre la banda
La banda narco vendía en Venado Tuerto y Rosario. Estaba liderada por un preso desde la cárcel federal de Rawson, tenía conexiones con prisiones en varias provincias.
Varios de los allanamientos fueron en cárceles, porque quince de los integrantes de la organización ya están presos.
La causa se inició en 2021. El presunto líder, Mauro Nahuel Novelino, preso por narcotráfico. Quien recibía directivas suyas era Lucía Estefanía Uberti, que tiene el alias de “Muñeca Brava”. Ella está detenida en la cárcel de Mujeres de Rosario, condenada por las balaceras de Los Monos a la justicia en 2018.
En los mensajes que oportunamente le imputó el fiscal Matías Edery por esas amenazas al Poder Judicial y otras extorsiones, Uberti decía: “Aplicale mafia”, como forma de dar sus órdenes.
La justicia federal de Venado Tuerto detectó que Novelino y Uberti estaban todo el día conectados por chat. Después de la cena, ambos presos, comparten videollamadas y se ponen de acuerdo con el negocio narco.
Además, se verificó que estando preso, Novelino inició una nueva relación con una joven, Carla R, que lo empezó a visitar en Rawson y a subir videos de Tik Tok mostrando su poderío económico por los ingresos de su pareja, líder narco.
“Mauro Nahuel N. mantenía conversaciones diarias con todas las personas que estaban bajo su dirección, digitando y coordinando cada uno de los movimientos de la asociación ilícita, diariamente intercambiaba más de 500 mensajes de audio y video con cada uno de ellos”, planteó la investigación de la justicia.
La hermana y el cuñado de Novelino, en Venado Tuerto, estiraban la droga y la vendían. Además, los líderes de la banda contrataron a distintas personas de la ciudad de Rosario, que la agendadas como “Sicario 1”; “Sicario 2”, “Perrito sicario” con el fin de “hacer un par de boletas”
La banda vendía droga en Venado Tuerto y en Rosario, donde tenían además negocio de ropa en Paraguay al 2600, barrio La Lata. Ahí los “dealers” les iban a rendir la plata del narcomenudeo y por eso el pequeño local tenía cámaras de seguridad.
A la droga la compraban en Córdoba capital a una pareja conformada por un policía jubilado y su mujer, con prisión domiciliaria. En los datos de la investigación, ella aparece en recitales de Cachumba y sacándose fotos con el cantante del grupo. Había sido detenida con 300 kilos de marihuana en febrero de 2020.
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