
La reina Máxima de los Países Bajos arribó en la tarde de este viernes a San Carlos de Bariloche para pasar las fiestas de Año Nuevo junto a su familia, en una estancia de su propiedad ubicada en esta ciudad rionegrina.
La monarca, de origen argentino, se instaló en la estancia Pilpilcurá, situada a unos 75 kilómetros del centro de Bariloche, junto a su esposo, el rey Guillermo Alejandro, y sus hijas Catalina, Alexia y Ariane de Orange.
El grupo familiar llegó poco después del mediodía al aeropuerto Teniente Luis Candelaria, en un vuelo privado proveniente de El Calafate, y se trasladó de inmediato hacia la estancia, en medio de un importante operativo de seguridad.
La presencia de la reina Máxima en Bariloche es habitual durante esta época del año, ya que suele elegir la ciudad para pasar las Fiestas y disfrutar de algunos días de descanso. Sin embargo, su llegada no pasa desapercibida para los vecinos de la zona ni para los turistas que visitan la región.
Por otra parte, trascendió que Máxima se reencontró en la estancia con su madre, María del Carmen Cerruti, quien la esperaba allí junto al resto de la familia.
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