
El Concejo de Rosario busca establecer nuevos parámetros a la compraventa de metales en las chatarrerías de la ciudad, a partir de la cantidad de robos sucedidos en las últimas semanas. En ese marco, se está tratando en la Comisión de Gobierno un proyecto que instaura una serie de “criterios de trazabilidad” para la compraventa.
Si bien existe una norma que va en esa línea a nivel Legislatura santafesina, Rosario intenta acelerar los procesos, con esta Ordenanza que buscaría reducir el mercado ilegal que se traduce en robos de caños de agua, cables y picaportes, como los sucedidos en el Teatro El Círculo dentro de los más resonantes de la actualidad.

Ciro Seisas, concejal del oficialismo, destacó que existe la “necesidad de generar herramientas que permitan prevenir las actividades que se verifican normalmente en horas nocturnas de nuestra ciudad, ligadas a hechos de robo”. El autor del proyecto explicó que generando la trazabilidad se podrá “prevenir la comercialización de bienes y productos usados que sean obtenidos ilícitamente” en chatarrerías y/o cualquier otro establecimiento industrial dedicado a la comercialización e industrialización habitual o esporádica de metales no ferrosos tales como el bronce, el cobre, el aluminio, etc.
“Teniendo en cuenta que la Municipalidad cerró 52 chatarrerías en este último año, lo que hacemos es aportar a la política de control, creando un registro para conocer de dónde provienen y quién tiene en su poder materiales usados para la venta, para que en caso de inspecciones tengan cómo responder con toda la mercadería certificada, como toda persona que vende un bien”, destacó el edil en diálogo con RedBoing.

Según consta en el proyecto, deberán llevar un registro digital y un libro foliado y rubricado por la Secretaría de Control y Convivencia, donde quedarán plasmadas todas las operaciones de compra de bienes usados que realicen y que constituyan el inventario de objetos propios de su actividad comercial, facilitando la determinación de la procedencia y el seguimiento de los mismos.
“Esto es la competencia limitada que tiene el Municipio para combatir la venta de materiales robados. Lo que queremos es cortar el circuito de la venta de lo robado. Es una herramienta más. No resuelve el problema de fondo, pero al menos hace más complicado la existencia a quienes quieren vender cosas que obtuvieron ilícitamente”, concluyó.

Por otro lado, las autoridades deberían avanzar sobre los establecimientos irregulares que no se encuentran registrados y reciben elementos robados de distintos tipos. En 2016 se aprobó una ordenanza que establecía una serie de requisitos para habilitar las chatarrerías, sin embargo, ante el desconocimiento de la aplicación se elevó un pedido de informes al Municipio para conocer el estado de la norma.
Además, este jueves se aprobó la adhesión de Rosario a un proyecto aprobado en las últimas semanas en la Legislatura provincial, que establece la creación de un registro de comerciantes y acopiadores de metales no ferrosos en el territorio. Esta semana un chatarrero de la ciudad fue condenado por encubrimiento agravado sin ánimo de lucro, en el marco de un juicio abreviado. La pena se dio luego de una causa que tuvo varios allanamientos en abril de este año contra el sujeto.
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