
En el marco del Día Internacional de las Personas de Edad, que se conmemora cada 1° de octubre desde 1990 por iniciativa de la ONU, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó un informe con datos actualizados sobre la realidad de las personas mayores en el país. El dosier, que analiza su perfil demográfico, situación económica, condiciones de salud y acceso a la tecnología, revela un proceso sostenido de envejecimiento poblacional que plantea importantes desafíos sociales, económicos y culturales.
Según el documento, desde la segunda mitad del siglo XX, la Argentina experimenta un crecimiento sostenido en la proporción de personas de 60 años y más, proceso vinculado al aumento de la esperanza de vida y la caída de la natalidad. En la actualidad, más del 20% de la población argentina pertenece a este grupo etario, y el segmento de 75 años y más registra un aumento progresivo en su peso relativo.
Este fenómeno tiene un marcado sesgo de género: la mayor sobrevida femenina genera una “vejez feminizada”, especialmente a partir de los 70 años. Mientras casi el 4% de los varones tiene 75 años o más, en las mujeres esa proporción asciende al 6%.
Economía, salud y participación laboral
El acceso a ingresos previsionales sigue siendo el pilar fundamental de la seguridad económica en la vejez. Sin embargo, cerca del 10% de las personas en edad jubilatoria no cuenta con cobertura previsional. Además, persisten brechas de género: mientras que el 80% de los varones se jubila a través de aportes, en las mujeres el porcentaje desciende al 59,6%, debido a trayectorias laborales más discontinuas asociadas a tareas de cuidado.
La tasa de empleo entre la población en edad jubilatoria ronda el 17%, y entre quienes tienen entre 60 y 74 años, casi 34% continúa en el mercado laboral. Las diferencias educativas también impactan: quienes alcanzaron niveles superiores de instrucción registran tasas de actividad significativamente más altas.
En el plano de la salud, la cobertura sanitaria es prácticamente universal en este grupo: más del 98% de las personas mayores accede a algún sistema, con el PAMI como principal prestador. Las enfermedades cardiovasculares, respiratorias y los tumores se destacan entre las principales causas de mortalidad.
Brecha digital y desafíos futuros
La transformación digital representa una oportunidad y, al mismo tiempo, un reto. El 88% de las personas mayores utiliza teléfonos celulares, aunque solo 62% de quienes superan los 75 años accede a internet. Además, casi 39% de quienes no lo hacen afirma que se debe a que no sabe cómo usarlo.
Las desigualdades socioeconómicas también se reflejan en el acceso a la tecnología: mientras que el 97% del quintil de ingresos más altos utiliza algún dispositivo digital, el porcentaje cae al 80% entre los sectores de menores recursos.
El proceso de envejecimiento poblacional avanza y con él crecen las demandas de políticas públicas que garanticen ingresos suficientes, acceso a la salud, participación social y formación digital. Como señala el informe, comprender cómo viven las personas mayores y cuáles son sus necesidades es clave para construir una sociedad más justa e inclusiva en el futuro cercano.
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