
Un masivo ataque ruso contra Ucrania con centenares de drones y decenas de misiles, dejó este martes al menos dos civiles muertos, entre ellos un niño de 4 años, y causó apagones generalizados de electricidad en varias regiones del país, informaron autoridades ucranianas y medios internacionales.
Las ofensivas se centraron principalmente en la infraestructura energética del país, dañando instalaciones claves y provocando cortes de suministro que se agravaron con las bajas temperaturas invernales. Las zonas afectadas incluyen regiones del oeste, sur y centro de Ucrania.
El presidente Volodímir Zelenski condenó el ataque como una demostración de que las autoridades rusas no priorizan la búsqueda de una paz duradera, y llamó a la comunidad internacional a ejercer una mayor presión sobre Moscú para detener las agresiones.
El Ministerio de Energía de Ucrania, Serguéi Tsiviliov, afirmó en un mensaje publicado en sus redes sociales: “Rusia está atacando nuevamente nuestra infraestructura energética. Por ello, se han decretado cortes de suministro eléctrico de emergencia en varias regiones de Ucrania”

Las fuerzas ucranianas reportaron que lograron interceptar una gran parte de los proyectiles, aunque los impactos que sí alcanzaron objetivos causaron daños importantes. Las regiones de Rivne, Ternópil, Lviv, Chernígiv y Odesa, entre otras, registraron fallas en el suministro de energía, mientras que la defensa antiaérea intentaba contener la ola de ataques.
Por su parte, el Kremlin defendió que los bombardeos estaban dirigidos contra infraestructuras militares y energéticas estratégicas, describiendo el operativo como parte de sus objetivos militares.
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