Tras el informe de la Confederación Farmacéutica Argentina que reportó un alza de casi el 7% en la venta de sedantes en los primeros cinco meses de 2025 comparado con el año anterior, la farmacéutica Marianela Ruani analizó el fenómeno en diálogo con Gabriel Pennise en Antes de Todo de Radio Boing.
Ruani confirmó que el incremento en el consumo de fármacos como antidepresivos e hipnóticos es una tendencia que se observa “década tras década”, con un pequeño porcentaje de aumento cada año. Subrayó que la causa no es única, sino multicausal, ligada a los cambios en el estilo de vida.
La profesional aclaró que en este tipo de medicamentos no existe un riesgo de consumo sin control, ya que siempre son bajo prescripción médica. Sin embargo, destacó que es crucial que el paciente que comienza un tratamiento sepa que debe ser “por el menor plazo posible” y que tiene que seguir visitando al médico para el control.
Consultada sobre la edad de los pacientes, Ruani afirmó que se acercan más jóvenes al mostrador. Atribuyó esto a la desestigmatización de las enfermedades mentales, lo que permite que la gente pida ayuda antes ante problemas como el insomnio, la ansiedad o las crisis de pánico.
La farmacéutica también señaló un cambio en las guías de prescripción: “Antes, la fácil era damos benzodiazepina para que la gente duerma, y se la damos desde los 50 hasta el día que se muera. Y ahora hay un cambio, ahora las benzodiazepinas no se pueden tomar por más de dos o tres meses”.
Explicó que lo ideal es consumir otro tipo de drogas con un perfil de mayor seguridad, ya que el uso prolongado de benzodiazepinas generaba un riesgo de caídas en los pacientes mayores.
La venta de opciones de venta libre para inducir el sueño, como los que tienen melatonina u otros suplementos dietarios, también aumentó. Ruani recordó que si el problema de sueño supera las cuatro o seis semanas, el paciente debe ir al médico.
La farmacéutica hizo hincapié en que la salud mental debe abordarse, pero no directamente con fármacos.
“Creo que el primer escalón de abordaje siempre es la psicología, la higiene del sueño, tenemos un montón de herramientas antes de los fármacos.”
Ruani concluyó que el problema del sueño y la ansiedad es interdisciplinario, y destacó el rol del psicólogo, el psiquiatra, el farmacéutico y hasta el nutricionista. Celebró que hoy ya no se oculte ir al psiquiatra o al psicólogo, lo que permite un mayor acceso a tratamientos que antes la gente tendía a “aguantar, resistir”.
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