La Justicia autorizó finalmente la cremación de los restos de Alejandra “Locomotora” Oliveras, luego de haber frenado el procedimiento por una denuncia que exigía investigar si su muerte pudo estar relacionada con el consumo de esteroides o anabólicos.
Oliveras, exboxeadora y seis veces campeona mundial, falleció el 23 de julio a los 47 años, tras permanecer varios días internada en el Hospital Cullen de Santa Fe, donde había ingresado por un ACV isquémico. Según el parte médico oficial, murió a causa de una embolia pulmonar masiva seguida de un paro cardiorrespiratorio.
La interrupción del proceso de cremación ocurrió a último momento, cuando ya se realizaba la despedida pública en la Legislatura santafesina. Allí se habían reunido fanáticos, vecinos y referentes del deporte para darle el último adiós. Sin embargo, la Justicia federal ordenó preservar el cuerpo y suspender el procedimiento ante la presentación de una denuncia impulsada por el fisicoculturista mendocino Aldo Parodi.
La presentación judicial solicitaba que se realizara una autopsia para determinar si Oliveras había recibido sustancias prohibidas en un contexto no regulado. Desde el Ministerio Público Fiscal se argumentó que una eventual cremación podría impedir esclarecer posibles responsabilidades penales.
La medida sorprendió a la familia, que ya había dispuesto la cremación. “Esto nos toma completamente por sorpresa. La familia está devastada”, declaró en ese momento Luis Hilbert, abogado de los hijos de la boxeadora.
Con la decisión judicial ya resuelta y sin indicios que impidan el procedimiento, se habilitó la cremación del cuerpo, dando cierre a un proceso cargado de dolor e incertidumbre.

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