A pocos días de cerrar el año, el economista Gabriel Camaño analizó en Antes de Todo el impacto de las nuevas bandas cambiarias y la salud del programa económico de Javier Milei. Si bien reconoció que el 2025 termina con un saldo positivo por haber sostenido el equilibrio fiscal, señaló que el Gobierno todavía arrastra deudas importantes en materia monetaria y que el costo de la nueva flexibilización será una mayor inercia en los precios.
“Le están buscando la vuelta a un esquema de bandas que quedó muy exigido”, explicó Camaño. El analista detalló que el dólar se mantiene pegado al techo de la banda y que el Tesoro todavía debe intervenir para que no supere los 1.450 pesos. Para el economista, indexar el techo de la banda por la inflación pasada —como decidió el Ejecutivo— hará que la desinflación sea mucho más lenta de lo que el Presidente promete.
Respecto a las recientes promesas de Milei sobre una inflación que empiece con “cero” a mitad de 2026, Camaño fue escéptico. “Esos son más que nada títulos para intentar pegar en las expectativas; el mercado hoy ve una inflación con un piso del 20% y un techo del 25% para el año que viene”, sentenció.
El especialista recordó que este año ya ocurrió algo similar: en mayo hubo una cifra baja por el retraso de aumentos de tarifas, pero el año terminó nuevamente por encima del 2% mensual. Según su visión, el 2026 será un año de persistencia inflacionaria, lejos de los escenarios de deflación que proyecta la Casa Rosada.Al cumplirse los dos primeros años de mandato, Camaño trazó una línea entre los aciertos y los errores de la gestión libertaria:
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En el haber: Destacó la vocación de reformas y la capacidad para sostener el superávit fiscal contra viento y marea. También resaltó el apoyo estratégico de Estados Unidos como un factor clave para superar las turbulencias de este año.
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En el debe: Criticó duramente el manejo monetario y cambiario. “Seguimos sin salir del cepo y enredados en manejos cambiarios”, apuntó.
Para el economista, el Gobierno debe aprender las lecciones que dejó este 2025, especialmente la necesidad de acumular reservas de forma genuina, si quiere que el 2026 sea un año de crecimiento real y no solo de estabilidad forzada.

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