
La campaña de trigo 2025/26 avanza a paso firme y ya se perfila como la más importante en la historia productiva argentina, superando con creces las expectativas iniciales. De acuerdo con el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la proyección nacional trepó a 24,5 millones de toneladas, 1,5 millones más que el cálculo de octubre y 4,5 millones por encima de lo estimado en julio, cuando se esperaba una cosecha de 20 Mt.
El rinde promedio nacional también marcaría un nuevo récord con 37,7 quintales por hectárea, consolidando un desempeño excepcional a partir de una superficie de siembra de 6,9 millones de hectáreas.

Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe lideran los rindes récord
Con un 15% de avance de cosecha, las tres principales provincias trigueras ya exhiben resultados históricos.
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Buenos Aires podría alcanzar 40,8 qq/ha, superando su marca de 2021/22 (39,5 qq/ha).
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Córdoba se encamina a los 36,8 qq/ha, por encima de los 36 registrados en el último récord.
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Santa Fe, en tanto, proyecta 42,2 qq/ha, superando el histórico de 2010/11 (40,6 qq/ha).
En otras regiones, los rendimientos también son alentadores: en Chaco se ubican entre 27 y 28 qq/ha, mientras que en Santiago del Estero van de 23 a 24 qq/ha. En el norte cordobés, algunos lotes alcanzan entre 60 y 65 qq/ha, y los mejores podrían acercarse a los 80 qq/ha, según datos del equipo GEA/BCR.
Condiciones ideales y tecnología: las claves del éxito
El excelente desempeño se explica por una combinación de factores climáticos y tecnológicos.
Las lluvias abundantes de julio y agosto, sumadas a condiciones de baja temperatura y alta radiación solar, generaron un escenario casi ideal para el llenado del grano.
A ello se suma una fuerte inversión del sector productor en genética, sanidad y fertilización.
Si bien muchos productores debieron ajustar las dosis de nutrientes por cuestiones de costos, el uso de semillas de alta calidad, controles sanitarios eficientes y refertilizaciones oportunas fueron determinantes para alcanzar los rindes récord.
Lluvias y caminos rurales, los desafíos de una gran cosecha
Con un volumen tan alto a recolectar en un corto período, las condiciones climáticas se convierten en el principal desafío.
Las lluvias de los últimos días —que acumularon entre 10 y 40 mm en distintas zonas de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y La Pampa— dificultan el ingreso a los lotes y complican las tareas de cosecha, que deben coordinarse además con la siembra de soja y maíz tardío.
Se esperan nuevas tormentas entre el 15 y el 16 de noviembre, aunque los pronósticos apuntan a una mejora progresiva en los próximos 15 a 20 días. Los productores confían en que habrá una ventana de buen tiempo suficiente para sostener el ritmo de cosecha sin pérdidas de calidad.
Maíz y soja: entre el avance y los retrasos
Mientras el trigo consolida una megacampaña, los demás cultivos muestran comportamientos dispares.
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Maíz: la siembra alcanza el 40%, superando el ritmo del año pasado (36%). Con 9,7 millones de hectáreas intencionadas y una producción esperada de 61 millones de toneladas, se proyecta una campaña récord. Los técnicos destacan el muy buen estado de los lotes implantados.
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Soja: en cambio, el mal tiempo frenó el avance, que apenas llega al 10% (contra más del 20% un año atrás). Solo se sembraron 1,6 millones de hectáreas de las 16,4 previstas, aunque se espera una fuerte recuperación de la actividad tras las próximas lluvias. El horizonte productivo se mantiene en 47 millones de toneladas.
Una “megacampaña” que supera todos los registros
Si la campaña 2021/22 —con 23 Mt— fue considerada una supercampaña triguera, la actual marca un nuevo hito histórico.
Partiendo de un área similar, el incremento del 6,5% en producción y 2,7 qq/ha en rinde promedio nacional posiciona al trigo argentino en el centro de la escena global, en un contexto de fuerte demanda internacional.
Con una combinación de clima favorable, inversión tecnológica y gestión eficiente, el país se encamina a una de las mejores campañas agrícolas de su historia reciente.
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