
Tres atentados terroristas dejaron al menos 60 muertos y más de 14 heridos en Kabul. Uno de ellos ocurrió en Abbey Gate, en un de las puertas de entrada del aeropuerto local, mientras que el segundo sucedió en el Hotel Baron. Horas después, una tercera explosión fue reportada a las afueras del establecimiento y 10 soldados estadounidenses fallecieron.
Según informó el vocero del Pentágono, John Kirby, los ataques fueron el resultado de una compleja operación que llevó a cabo el ISIS. Asimismo, el norteamericano informó que uno de los episodios fue ejecutado por un hombre suicida, quien detonó la bomba que llevaba en el pecho y terminó con la vida de aquellos que aguardaban para escapar de Afganistán.
El ISIS-K emergió en Afganistán en 2015 al hacerse fuerte en diferentes puntos del país y creó su principal bastión en Nangarhar, zona fronteriza con Pakistán y clave en las comunicaciones entre los dos países. Cuenta con alrededor de 2.000 yihadistas entre sus filas.
El hecho llega luego que varios países detuvieran los procesos de evacuación, que tenían previsto completarse este viernes, citando “amenazas creíbles” de atentados por parte del Estado Islámico. Sin embargo, hasta el momento ninguna organización ha reivindicado su autoría. En este sentido Australia, Nueva Zelanda y el Reino Unido llamaron a sus ciudadanos a no ir al aeródromo.
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