
Tras haber estado más de un año y medio prófugo de la Justicia, Damián Reifenstuel fue imputado este viernes en Rosario por el asesinato de Ivana Garcilazo, la hincha de Rosario Central que perdió la vida luego de recibir un piedrazo tras el clásico rosarino de 2023. El acusado fue extraditado desde Bolivia y se encuentra alojado en la cárcel de Piñero. Durante la audiencia imputativa, el fiscal Lisandro Artacho reveló los detalles clave que permitieron reconstruir la participación de Reifenstuel en el crimen y dar con su paradero fuera del país.
Diez días después del ataque, se difundieron imágenes donde aparecía un hombre con buzo rojo. A partir de allí, numerosos testigos protegidos se presentaron para aportar datos. Lo señalaron como un vecino de Pérez, hincha fanático de Newell’s y “violento en cuestiones de fútbol”. Una de las declaraciones más importantes fue la de la pareja de Ariel Cabrera, otro de los imputados, quien no solo lo reconoció en las imágenes, sino que aseguró que él mismo le confesó: “Sí, yo estuve, pero no maté a la piba. Fue el Tuerca (por Masson)”.
Según relató el fiscal, Reifenstuel mandó un mensaje diciendo que tenía COVID justo el lunes siguiente al crimen, y luego alegó que su padre estaba enfermo en Alemania, por lo que debía irse del país. Desde ese momento, desapareció. Dejó de usar su teléfono seis días después del asesinato y no volvió a comunicarse desde esa línea. En una charla con una amiga, admitió haber atacado a un hincha: “Boluda, le reventé la cabeza a un SINA. Creo que lo maté”, habría dicho.
El 6 de octubre de 2023, un remisero salteño lo llevó hasta la frontera con Bolivia. Recién en febrero de este año, un testigo se presentó ante el MPA y reveló que Reifenstuel vivía en Samaipata, Bolivia, donde trabajaba como docente con el nombre falso de Lucio Rodríguez, haciéndose pasar por uruguayo.
La investigación avanzó con fuerte hermetismo, a través de Interpol y fuerzas de seguridad argentinas, y permitió localizarlo gracias al folleto de la escuela donde enseñaba, que lo mostraba con la identidad falsa. Luego de pasar por varias instancias judiciales, se consiguió su extradición desde Sucre, donde estuvo detenido.
El fiscal sostuvo que existió una “confluencia de voluntades” entre Reifenstuel, Cabrera y Mazzón. Los tres atacaron con la intención de provocar el homicidio, impulsados por odio hacia los hinchas de Rosario Central. “Visualizan la vestimenta de Ivana y la atacan. Y es indiferente cuál de las piedras la golpeó. Hay una participación conjunta”, detalló.
También se planteó el agravante por violencia en espectáculos deportivos, contemplado en la Ley 23.184, ya que el crimen ocurrió durante el traslado de una parcialidad tras un partido oficial.
A Cabrera se lo imputó el 18 de octubre de 2023 y a Mazzón, apodado “El Tuerca”, diez días después. Con la detención de Reifenstuel, se cierra el círculo de imputaciones por un caso que conmovió a toda la ciudad.
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