
Este miércoles perdieron la vida al menos unas 14 personas en Damasco, luego que se sucediera un atentado con explosivos contra un colectivo del Ejército sirio. Según la agencia de noticias estatal Sana, fue el ataque más sangriento de este tipo en años en la capital del país.
Una hora después, un bombardeo del Ejército mató a 13 personas, entre ellas diez civiles, en la norteña provincia de Idleb, el último gran bastión yihadista y rebelde en el noroeste, según la ONG Observatorio Sirio por los Derechos Humanos (OSDH). Desde la agencia de noticias dieron a conocer una serie de fotos en las que se pudo apreciar el colectivo envuelto en llamas.

Desde 2018, cuando militares y milicias aliadas tomaron el último bastión rebelde cerca de la capital, Damasco no había sufrido ataques de esta gravedad, en el marco de la guerra siria. El atentado aún no fue reivindicado por ningún grupo.
Aproximadamente una hora después de la explosión, el ejército bombardeó la ciudad de Ariha, en la provincia de Idleb, severamente castigada por la guerra. La acción provocó 13 víctimas mortales, entre ellas al menos un combatiente.
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