En una nueva audiencia del juicio por la causa Cuadernos, el financista Ernesto Clarens declaró este martes ante el Tribunal Oral Federal (TOF) N°7 y afirmó que las entregas de dinero de mayor volumen vinculadas a presuntas coimas en la obra pública durante los años 2003 y 2015 se realizaban en el departamento del matrimonio Kirchner, ubicado en Juncal y Uruguay, en el barrio porteño de Recoleta.
Clarens relató que se sumó al esquema a cambio de comisiones y que su función era trasladar el dinero que aportaban empresarios al entonces secretario privado presidencial, Daniel Muñoz. “En determinado momento me pide que trate de traer euros en billetes de 500 porque ocupaban menos lugar”, declaró ante los jueces.
Según su testimonio, las entregas habituales se pactaban en una habitación del Hotel Panamericano, aunque aclaró que “no siempre era la misma”. Pero señaló que cuando se trataba de sumas importantes, la operación se realizaba en el domicilio de los Kirchner. “En esos casos Muñoz me esperaba en el hall de la planta baja del edificio de Juncal; yo nunca subí al departamento”, aseguró.
La imputación leída por el Tribunal
Durante la audiencia, el TOF N°7 leyó la responsabilidad atribuida a Cristina Fernández de Kirchner, a quien se le endilga haber organizado un sistema de recaudación ilegal para enriquecerse y financiar otras maniobras delictivas, aprovechando su posición en el Poder Ejecutivo.
El documento señala que la maniobra operaba de manera “sofisticada, con división de roles”, y coloca a la expresidenta en el rol de “jefa de la asociación ilícita”. Los jueces destacaron que la estructura habría sido “diagramada desde las más altas esferas del Poder Ejecutivo”.
El Tribunal citó además las anotaciones del chofer Oscar Centeno y las declaraciones de imputados colaboradores, entre ellos el propio Clarens y Claudio Uberti, como parte del cuadro probatorio que sustenta la acusación.
El requerimiento de elevación a juicio también involucra al exministro Julio De Vido, al exfuncionario Roberto Baratta y al expresidente de la Cámara de la Construcción Carlos Wagner, a quienes se les atribuye haber participado de la presunta organización delictiva. En particular, sobre De Vido se precisó que tuvo un rol central en la “fundación y armado” de la estructura.
La respuesta de Cristina Kirchner: “Otra extorsión más y van…”
Horas después de la audiencia, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner publicó un extenso mensaje en sus redes sociales para responder a lo ocurrido en el juicio y cuestionar la investigación.
En su posteo, afirmó: “Otra extorsión más y van… Lo que no te cuentan Clarín ni La Nación, actuando como verdaderos encubridores de los delitos cometidos por Stornelli y Bonadío en la causa de los cuadernos truchos.”
Cristina también sostuvo que Fabián Gutiérrez, exsecretario de Néstor Kirchner y uno de los arrepentidos en la causa, habría sido presionado para declarar.
Según escribió: “A Fabián Gutiérrez lo amenazaron con meter presas a su madre y a su hermana si no declaraba como arrepentido en contra mía.”
Acompañó su mensaje con un video que —según ella— da cuenta de esas presuntas extorsiones.
La expresidenta además aprovechó para criticar la situación económica actual y cuestionó los niveles de endeudamiento de los argentinos, citando datos del Banco Central sobre mora bancaria, tasas y financiamiento a través de billeteras y comercios. Calificó el panorama como “una verdadera catástrofe” y advirtió sobre el impacto del endeudamiento informal en los sectores más vulnerables.
Un juicio en plena etapa de declaraciones clave
La causa Cuadernos, una de las más resonantes de los últimos años, atraviesa una etapa decisiva con declaraciones de imputados colaboradores, lectura de responsabilidades y contraposición de relatos entre la Justicia y la defensa política de Cristina Kirchner.
Mientras avanzan las audiencias, el juicio continúa bajo fuerte atención pública y marcado por el cruce entre testimonios judiciales y disputas discursivas que se trasladan al escenario político.
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