Al menos 15 personas resultaron heridas este martes tras un choque frontal entre dos trenes que operan la ruta hacia Machu Picchu, en el sector de Qorihuayrachina, en la región de Cusco. Las formaciones pertenecen a las empresas PeruRail e Inca Rail, concesionarias del trayecto utilizado a diario por miles de turistas nacionales y extranjeros.
Luego del impacto, decenas de pasajeros debieron ser evacuados en medio de escenas de tensión. Las autoridades dispusieron la suspensión inmediata de los servicios y activaron protocolos de emergencia para asistir a los heridos y contener la situación. Hasta el momento, no se confirmaron víctimas fatales.
Evacuación en condiciones extremas
Las tareas de evacuación se vieron complicadas por la geografía del lugar, una zona montañosa y de difícil acceso, lo que demoró el traslado de los pasajeros y el despliegue de los equipos de asistencia. En ese contexto, operadores turísticos pidieron a los viajeros mantenerse comunicados y seguir las recomendaciones oficiales mientras continuaban las tareas en el lugar del siniestro.
Críticas al sistema y a la fiscalización
El accidente reflotó cuestionamientos de larga data sobre la calidad del servicio ferroviario y la seguridad del transporte hacia el principal atractivo turístico del país. Desde el sector turístico apuntaron contra el modelo de operación concentrado, los elevados costos para los usuarios y la limitada fiscalización estatal.
Gremios vinculados al turismo recordaron que ya habían manifestado su preocupación por las condiciones del corredor ferroviario antes de este episodio, al advertir sobre deficiencias en la infraestructura y en los protocolos de seguridad.
Reclamos por mayor presencia del Estado
El choque volvió a poner en evidencia la escasa presencia del Estado en la regulación del acceso a Machu Picchu, uno de los sitios arqueológicos más visitados del mundo. La respuesta oficial fue cuestionada por su lentitud, y hasta el momento no se difundió un informe técnico que determine las causas del siniestro.
Especialistas y referentes del sector exigieron que se refuercen los controles, se implementen protocolos de emergencia más eficaces y se revisen las condiciones de operación de los servicios ferroviarios en la zona, para evitar que un hecho similar vuelva a repetirse.
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