
El juicio por los Cuadernos de las Coimas comenzó este jueves en el Tribunal Oral Federal N°7. La expectativa es enorme: por la magnitud de los acusados, por el entramado entre poder político y empresarios, y por la cantidad de pruebas y arrepentidos involucrados, se trata del proceso de corrupción más grande en la historia del país.
Entre los imputados figuran nombres de peso dentro del kirchnerismo, como Cristina Fernández de Kirchner, Julio De Vido, Roberto Baratta, Ricardo Jaime y José López, además del financista Ernesto Clarens y el chofer Oscar Centeno, autor de los cuadernos que dieron origen al caso. Todos están acusados de integrar una asociación ilícita dedicada a recaudar coimas entre 2003 y 2015.
Del lado empresarial, aparecen algunos de los empresarios más influyentes del país: Aldo Benito Roggio, Ángelo Calcaterra, Enrique Pescarmona, Carlos Wagner y Armando Loson, entre otros. La acusación sostiene que estos empresarios pagaron sobornos para obtener beneficios en la obra pública.
En total, son 87 los imputados —19 exfuncionarios, dos choferes y 65 empresarios— y más de 600 los testigos convocados, entre ellos Hilda Horovitz, exesposa de Centeno, y el remisero Jorge Bacigalupo, quien entregó los cuadernos originales al periodista Diego Cabot.
El Tribunal está integrado por los jueces Enrique Méndez Signori, Fernando Canero y Germán Castelli. La fiscal Fabiana León lleva adelante la acusación, acompañada por el fiscal coadyuvante Nicolás Codromaz y el fiscal federal Paul Starc, quien representará a la Unidad de Información Financiera (UIF).
Debido a la cantidad de acusados y abogados, las audiencias se realizarán de manera virtual a través de Zoom y, al menos durante el primer mes, serán transmitidas por el canal de YouTube de la Corte Suprema.
El proceso abarca cuatro expedientes: el principal, conocido como “Cuadernos de las Coimas”, y otros tres vinculados a la cartelización de la obra pública. Un quinto expediente, centrado en el lavado de dinero, sigue en trámite y tiene como principal acusada a Carolina Pochetti, viuda de Daniel Muñoz, con operaciones estimadas en más de 70 millones de dólares en propiedades en Estados Unidos.
Cristina Fernández de Kirchner enfrenta cargos como jefa de una asociación ilícita y coautora de más de 200 hechos de cohecho. Julio De Vido y Roberto Baratta están señalados como organizadores y partícipes de la red de recaudación. Del otro lado, Ángelo Calcaterra —primo de Mauricio Macri—, Aldo Roggio y Enrique Pescarmona fueron imputados por cohecho activo, es decir, por el pago de las coimas.
Varios de ellos —entre políticos y empresarios— firmaron acuerdos como “imputados colaboradores”, en el marco de la Ley del Arrepentido, lo que podría reducir notablemente sus penas si la Justicia considera que aportaron información útil.
El proceso podría extenderse durante varios meses y marcar un antes y un después en la historia judicial argentina. Por su dimensión, la cantidad de imputados y el impacto político, el juicio de los Cuadernos promete convertirse en el gran caso de corrupción que definirá una era.
Comentarios