A dos días de que comiencen los alegatos finales, el rugbier más complicado de los ocho acusados solicitó un entrevista psicológica con un profesional de la Unidad Penal 6 de Dolores del Servicio Penitenciario Bonaerense. Así, Máximo Thomsen pidió una consulta que, según informaron, finalizó en una charla “buena” entre paciente y profesional.
Thomsen también había sido asistido periódicamente por un profesional en la Unidad Penal de Melchor Romero, donde estuvo alojado con prisión preventiva hasta el 1° de enero. Luego, fue trasladado con el resto de los acusados a Dolores para asistir a las audiencias del debate.
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