
El Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA) de Rosario atraviesa horas de fuerte tensión a raíz de una falla eléctrica que afecta seriamente su funcionamiento interno. Según explicaron desde el propio hospital, el problema no se debe a un corte de suministro eléctrico general, sino a la rotura de equipos de gran tamaño que requieren repuestos específicos y la intervención de empresas especializadas.
La situación impacta de lleno en una de las alas de internación, actualmente fuera de servicio, lo que impide derivar pacientes desde la guardia hacia las salas. Como consecuencia, el sector de emergencias se encuentra colapsado, sin disponibilidad de camillas para nuevos ingresos.
Al no poder internar a los pacientes, la guardia se encuentra completamente saturada, lo que impide el ingreso de nuevos casos. Si bien el hospital no está cerrado, reconocieron que la saturación genera una preocupación creciente, especialmente de cara a fechas sensibles como las fiestas, cuando suele aumentar el ingreso de heridos y pacientes por distintas emergencias.

Desde la conducción del hospital indicaron que todas las urgencias y emergencias continúan siendo atendidas, al tiempo que se desarrollan reuniones con autoridades sanitarias, personal de bioingeniería y mantenimiento para definir estrategias transitorias hasta que los equipos puedan ser reparados.
No obstante, advirtieron que la solución no será inmediata, ya que los arreglos dependen de la llegada de repuestos y de la disponibilidad de las pocas empresas capacitadas para intervenir en este tipo de equipamiento. Mientras tanto, se evalúan alternativas para suplir el déficit y evitar un mayor impacto en la atención sanitaria.
La situación mantiene en alerta a trabajadores y autoridades, que buscan una salida rápida para descomprimir la guardia y restablecer plenamente la capacidad operativa de uno de los hospitales de emergencia más importantes de la región.
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