La defensa de Cristina Kirchner apeló ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación la negativa a retirarle la tobillera electrónica en su arresto domiciliario y a recibir visitas sin restricciones.
La expresidenta está condenada a seis años de prisión por administración fraudulenta en la causa Vialidad y se le concedió la posibilidad de cumplirlos en su domicilio de San José 1111, en el barrio porteño de Constitución, con el uso del dispositivo electrónico de control como una de las condiciones.
Mediante la presentación del abogado Carlos Beraldi, la exjefa de Estado cuestiona la necesidad de la tobillera, pero tanto el Tribunal Oral Federal 2 que ejecuta la condena como Casación confirmaron su utilización. Ante ello, ahora recurrió al Máximo Tribunal, frente al que también reclama contra los límites que se impusieron para recibir visitas.
Además, el letrado solicitó la recusación de los integrantes de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkratz y Ricardo Lorenzetti. En consecuencia, pretende que el recurso extraordinario sea resuelto por conjueces.
La defensa de la dos veces mandataria de la Nación pretende que los magistrados sean sorteados antes de la revisión del planteo y pidió “poder presenciar el acto y controlar su legalidad“.
Las condiciones de arresto ahora apeladas ante el órgano máximo del Poder Judicial habían sido ratificadas el pasado 11 de julio por la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal con el voto de Gustavo Hornos y Diego Barroetaveña y la manifestación en disidencia de Mariano Borinsky.
Los dos primeros sostuvieron que el uso de la tobillera y la restricción de visitas permiten un mayor control y una protección jurídica ante eventuales riesgos procesales, además de más seguridad a la titular del Partido Justicialista (PJ). En tanto, el tercero consideró que el dispositivo electrónico no es necesario dada su escasez en el país, a la vez que señaló que la también exvicepresidenta cuenta con custodio las 24 horas.
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