Claudia Calvete es referente nacional de Padres Adoptivos y en Espera, y este jueves pasó por los estudios de Radio Boing para dialogar en Todo Pasa sobre la actualidad del grupo y los inconvenientes que surgen a la hora de pensar en una adopción. Además, contó su experiencia personal y explicó cuáles suelen ser los problemas que se presentan para los niños que se tienen que integrar en un nuevo seno.
El grupo del que pertenece Calvete se conformó en el año 2009, comenzando la lucha para apoyar un proyecto de ley, con el objetivo de agilizar las normas de adopción y declarar en emergencia nacional el estado de la niñez, adolescencia y familiar en Argentina. En ese sentido, Claudia expresó: “Hay niños en situación de adoptabilidad, y no los debería haber. Ese es el nudo del problema”.
“De los chicos en esa situación, una mínima porción son huérfanos. Muchos están así por ser víctimas de violencia o por haberse vulnerado sus derechos. El primero en tomar las determinaciones es el Estado, a través de las escuelas, hospitales, etc. Ahí se toman las primeras medidas”, comenzó explicando.
Luego, Calvete agregó: “En estos casos siempre interviene la Secretaría de Niñez. Muchas veces se les da prioridad a los adultos para que puedan intentar reinsertarse o poder cambiar la situación del chico. Cuando ya se agotaron todas las medidas con las familias, los niños entran en situación de adoptabilidad y pierde todo tipo de contacto con la familia”.
En ese sentido, explicó: “Cuando se declara esa situación se pierde todo lazo jurídico con la familia biológica. El Poder Ejecutivo emite el pedido de adoptabilidad, y el Poder Judicial hace el control de legalidad del mismo y la declara. Cuando se aceptan estas condiciones se corta todo tipo de vínculo jurídico. La familia biológica puede pedir la revisión del caso durante cinco días, pero es raro que se vuelva para atrás”.
“Se busca el perfil de la familia que busca cada niño, no al revés. Vos podes tener la voluntad de adoptar pero tenés que ver las herramientas con las que contas, las posibilidades para ofrecer, no sólo materiales. Si no también las emocionales, porque tenés que recomponer el vínculo de menores que tienen la infancia rota”, remarcó Claudia.
“Adoptar es transitar un camino de aceptación y elección. La adopción parte desde el deseo de formar una familia, construir vínculos, dejar huellas, escuchar y ser escuchado, amar y ser amado, enseñar y aprender, abrazar la historia y respetar la identidad. La adopción no se trata de encontrar similitudes, si no de adoptar las diferencias”.
En cuanto a su experiencia personal, la referente del grupo de adopción destacó: “Yo tengo tres hijos que llegaron juntos. Los primeros días fueron una sensación de encontrarte en la mesa hablando con tus hijos sin saber que son tus hijos. Vos querés mostrar tu mejor faceta y ellos también, pero eso no dura para siempre”.
Por último, Calvete señaló: “Lamentablemente a nivel provincial casi no hay familias disponibles para los mayores de 10 años. Yo creo que tenemos que repensar porqué no hay. El prejuicio hace que muchos busquen recién nacidos porque quieren chicos que no tengan historias previas. Los hijos no vienen con manuales.
Comentarios