La segunda edición de Bake Off marcó un antes y un después en la historia de los realities argentinos. Además de emitirse en medio de la pandemia, la instancia final del ciclo de cocina contó con un escándalo mediático: la descalificación de una participante por no ser pastelera amateur. Como resultado, quien se consagró como ganador fue Damián Pier Basile.
A casi dos años de aquel momento, el rosarino conversó con Lo Mejor de Todo por Radio Boing. Además de analizar la situación de la televisión nacional, se refirió a su presente y a los haters de las redes sociales.
“Después de estar en un reality, empaticé mucho con la gente que estaba en esos programas. Veo las historias de la gente y por ahí me emociona ver que están cumpliendo un sueño”, comenzó en diálogo con Sergio Gómez Quintana. Y agregó: “Todo el tiempo pensábamos que nos iban a juzgar por los sabores y nunca pensamos que la gente también lo iba a hacer. Fuimos enterándonos de todo cuando salieron las grabaciones”.
Al ser consultado por las críticas, expresó: “El odio nos llegó a todos. No sé por qué la gente entra a decir cosas malas y negativas sin sentido. Desconozco que cosas le dijeron a Samanta, intentamos no hablar cuando nos juntamos y dejarlo atrás, porque ya pasó. A mí me ha pasado de sufrir discriminación sexual”.
Luego, reveló que en las juntadas de los ex concursantes ninguno lleva el postre, sino que suelen hacerlo todos juntos. “La última vez hicimos un Lemon pie en la casa de Ángelo. Uno hizo la masa, otro el merengue y otro el limón. Para mí, ese es el postre perfecto, porque tiene crocante, ácido, algo cremoso y dulce”, comentó. Por último, reafirmó que la chocotorta “es el robo más grande del país”.
Actualmente, Damián se encuentra dando cursos online junto a su ex compañera del certamen, Agustina Guz. En @espaciodeados ofrecen propuestas para principiantes y alumnos avanzados.
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