El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue diagnosticado con cáncer de piel, tras haberse sometido a una serie de exámenes en el hospital DF Star de Brasilia. El anuncio lo realizó este miércoles su médico personal, Claudio Birolini, quien confirmó la presencia de un “carcinoma de células escamosas“.
El tumor fue detectado en dos lesiones, una en el brazo y otra en el tórax, de un total de ocho que habían sido examinadas. “No es ni el más benigno ni el más agresivo. Es intermedio, pero puede tener consecuencias serias”, explicó el oncólogo en un exclusivo diálogo con periodistas locales.
El expresidente de 70 años fue intervenido quirúrgicamente, luego de haber quedado internado desde el pasado martes, y constataron que no será necesario aplicar tratamientos adicionales, como quimioterapia. Sin embargo, el Bolsonaro deberá mantenerse bajo control médico y pasar por reevaluaciones periódicas para descartar nuevas complicaciones y una evolución de la anomalía celular.
El diagnóstico se conoció después de que Bolsonaro fuera hospitalizado de urgencia el martes desde su residencia, donde cumple prisión domiciliaria desde el 4 de agosto. Llegó al hospital con vómitos, mareos, baja presión arterial y un cuadro de anemia persistente, y este miércoles recibió el alta después de pasar la noche bajo vigilancia.
Sucesivamente, el equipo médico reportó una “mejoría parcial” luego de la hidratación y del inicio de un tratamiento farmacológico. Sin embargo, los exámenes revelaron alteraciones en la función renal, además de una creatinina elevada. Una resonancia descartó daños neurológicos agudos, y luego trascendió su condición.
Algunos de estos episodio, con vómitos y malestares, se frecuentaron desde que sufrió un ataque con arma blanca durante la campaña electoral de 2018. En abril pasado ya se le habían identificado lesiones cutáneas sospechosas.
El diagnóstico se suma a su situación judicial: la semana pasada fue condenado a 27 años y tres meses de prisión por intento de golpe de Estado en 2022, cuando compitió en los comicios contra Luiz Inácio Lula da Silva. Por problemas de salud, no asistió a las últimas audiencias, aunque seguirá bajo prisión domiciliaria mientras continúa el seguimiento médico.
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