Las autoridades sanitarias de España se encuentran en alerta después de que se detectó el primer caso autóctono del virus Usutu en un donante de sangre de Mallorca. Este virus se transmite por mosquitos, afecta principalmente a las aves y se identificó por primera vez en África en 1959.
Especialistas españoles señalaron que el problema surge cuando los patógenos que infectan a los animales, en determinadas circunstancias, pueden afectar también a los seres humanos, produciéndose un salto entre especies.
En el caso del Usutu, un mosquito pica a pájaros infectados y luego a humanos, transmitiendo el virus de forma incidental. También existe preocupación por la posibilidad de la transmisión a través de transfusiones, si una persona infectada y asintomática dona sangre.
El Banco de Sangre y Teixits de las Illes Balears (BSTIB) identificó el primer caso autóctono de Usutu en el país. El hallazgo se produjo durante el programa estival de cribado del Virus del Nilo Occidental en 2024, según un artículo publicado en la revista científica Transfusión.
La infección se localizó en julio en un donante de Mallorca. La muestra dio inicialmente positivo en los test rutinarios dirigidos a identificar el Virus del Nilo Occidental. Después de enviarse al Laboratorio Nacional de Referencia, las pruebas específicas confirmaron que se trataba del virus Usutu, un arbovirus que circula en Europa y que se transmite a través de mosquitos del género Culex.
En el artículo también se informó sobre dos casos adicionales detectados en donantes de Cataluña que se confirmaron mediante técnicas de biología molecular y secuenciación genética. Ninguno de los tres donantes había viajado fuera de su comunidad autónoma, un dato que evidencia la presencia y circulación local del virus en España.
El Usutu, si bien en la mayoría de los casos pasa desapercibido, puede causar complicaciones en personas inmunodeprimidas, por lo que su vigilancia es clave.
Expertos indicaron que las pruebas empleadas habitualmente para rastrear el Virus del Nilo Occidental también permiten detectar infecciones por Usutu, debido a la reactividad cruzada entre ambos virus. Esto ayuda a identificar antes a los donantes infectados y a reforzar la seguridad de las transfusiones, sobre todo en épocas con mayor actividad de mosquitos.
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