Si bien algunos casos tienen una base genética, los factores relacionados al estilo de vida influyen en el riesgo de desarrollar Alzheimer. En este contexto, Cecilia Molaro, médica neuróloga y voluntaria de ALMA (Asociación Lucha contra el Mal de Alzheimer Rosario), dialogó al aire con Radio Boing sobre esta enfermedad neurodegenerativa.
Cecilia explico que el Alzheimer afecta a unos 45 millones de personas en todo el mundo y que se estima que padecen 500 mil argentinos. En el Día Mundial de una de las formas más frecuentes de la demencia, ella remarcó que es importante tomar conciencia.
“La enfermedad afecta al cerebro, afecta a las neuronas, empieza a haber un depósito anormal de proteínas y eso genera mayor muerte neuronal, una más acelerada”, detalló sobre cómo afecta la misma en la salud de las personas, y agregó: “Se puede manifestar con síntomas cognitivos, que son los más complejos del desarrollo del cerebro: la memoria, la atención, la orientación en el espacio, el lenguaje, las funciones de organización de la información; todas esas funciones se van afectando lentamente”.
Los primeros síntomas del Alzheimer se dan a partir de los 60 años, aunque pueden aparecer previamente si tienen una variante genética. “Pero es un 2% de los casos de todas las demencias esta idea de contraerlo por padres o abuelos”, indicó la médica.
Teniendo en cuenta que en los últimos años se produjeron estudios que afirman que esta enfermedad se puede prevenir, muchos mitos también fueron sacados a la luz y la diferencia entre Alzheimer y demencia senil fue una. “No es lo mismo, hay que desmitificar este concepto. Senil se asocia a la edad, al envejecimiento y pareciera que significa que la demencia es normal de la edad. Pero es justamente lo que no es. La demencia es una enfermedad del cerebro que ocurre más frecuentemente después de los 60 años, pero que no quiere decir que por ser viejo voy a tener demencia“, explicó en cuanto a este error.
Considerando que los primeros signos se manifiestan de forma ocasional y “uno no le da importancia o culpa al estrés o cansancio”, Cecilia detalló que un olvido patológico es cuando una persona se olvida de toda una situación completa, que no es lo mismo que un detalle. “Eso es normal, es benigno, pero un olvido patológico es directamente cuando uno no graba los momentos que uno va viviendo, por ejemplo, alguien puede ir al cine y olvidarse cómo terminaba la película, pero olvidarse que fue al cine es otra cosa”, sentenció.
Cuáles son los pasos a seguir para prevenirlo
“En los estudios de los últimos años se comprobó que se puede prevenir trabajando con algunos factores de riesgo, que son la presión alta, la diabetes, la depresión, el sedentarismo, el tabaquismo, el alcoholismo, todo esto entre los 20 y 40 años hay que controlarlo casi estrictamente”, aseguró Molaro y concluyó: “Para llegar a los 60 en mejores condiciones neuronales, tratar de tener un estilo de vida sano es muy importante. Otra cosa fundamental es generar conexiones entre las neuronas y esto se consigue con educación, nunca dejando de poner en funcionamiento el cerebro”.
“Sociabilizar es otro eje central, ahí se pone en juego mucho: emociones, habla, escucha, acciones. Este es otro factor que prevé la enfermedad”, finalizó.
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