
Pareciera el mundo del revés, pero solo son los empleados municipales de Rosario. A pocos meses de que se aprobara el nuevo código de convivencia, los estatales trastornaron la vida de cientos de ciudadanos al cortar Entre Ríos entre Mendoza y 3 de Febrero con autos en doble fila y hasta un móvil de Control Urbano tapando totalmente la arteria. Sí, aquellos que deben organizar el tránsito lo cortan.
El hecho en cuestión comenzó a media tarde de ayer, cuando varios colegios de la zona daban termino a su segundo turno. El mismo, junto al caos vehicular provocado, se hizo presente en la puerta del Sindicato de Trabajadores Municipales donde se desarrolló la asamblea para la elección de la junta electoral.

Las instantáneas son claras. Los vehículos propiedad de todos los rosarinos que son utilizados por los trabajadores, inclusive fueron puestos de contramano y anulando la circulación. Según el nuevo código, estos deberían abonar hasta 24 mil pesos para resarcir a la ciudad por cortar la calle. Y no es la primera vez que son usados para cuestiones no laborales.
Los rosarinos esperan que las sanciones se apliquen. Y al menos, quienes promovieron el caos ciudadano paguen por el daño generado a la población. El gremio que conduce Ratner volvió a dejar en claro su posición. Las reglas para los demás, el libertinaje para ellos.

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