
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) oficializó el límite máximo de interés que podrán cobrar las empresas emisoras de tarjetas de crédito y compra que no pertenecen al sector financiero tradicional. A través de la Comunicación “B” 13096/2025, la autoridad monetaria estableció que la tasa para préstamos personales sin garantía será del 72,56%.
Este valor funcionará como el techo permitido para las operaciones de crédito realizadas durante diciembre de 2025, impactando directamente en el ciclo de facturación que los usuarios recibirán en enero de 2026. La medida busca proteger a los consumidores de posibles abusos en los costos de financiamiento aplicados por cadenas de retail o tarjetas de compra.
La normativa utiliza como referencia la tasa de interés promedio que maneja el sistema financiero para los préstamos personales. Al indexar este tope, el BCRA garantiza que el costo de “patear” el pago de la tarjeta en el sector no bancario no se dispare por encima de los parámetros del mercado formal.
Este control resulta vital para quienes utilizan tarjetas de fidelidad de comercios o plásticos emitidos por financieras independientes, sectores donde las tasas suelen ser más elevadas que en las entidades bancarias.
Con la publicación de este martes en el Boletín Oficial, las empresas emisoras deberán ajustar sus esquemas de cobro para no exceder el 72,56% anual. De esta manera, el Gobierno intenta mantener un equilibrio en el costo del crédito al consumo, evitando que el financiamiento de los saldos se vuelva una carga insostenible para las familias en el inicio del próximo año.
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