La Bolsa de Cereales de Buenos Aires, por caso, en su Panorama Agrícola Semanal (PAS) que se dio a conocer este miércoles, elevó en 100.000 hectáreas su estimación de siembra 2023/24.
El nuevo cálculo es de 6,3 millones de hectáreas y así el trigo sigue sumando superficie, tras un inicio en el que la campaña se observaba con mucha incertidumbre producto de los bajos precios e insumos caros, una ecuación que se dio vuelta a partir de mediados de abril.
Según el PAS, a la fecha la siembra de trigo ya cubre el 65,5 % del área proyectada, luego de un progreso intersemanal de 19,2 puntos porcentuales. Esto significa un adelanto interanual de 7,5 puntos porcentuales.
“Si bien la falta de humedad superficial y las demoras en la cosecha gruesa han perturbado los planes originales de siembra en sectores del norte y este agrícolas, las mejoras en los precios del cereal y de los insumos han impactado favorablemente en la intención de trigo en zonas clave del centro y sur”, justificó la entidad porteña.
Del mismo modo, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en su informe semanal para la zona núcleo, volvió a incrementar su pronóstico de siembra en esa región del país.
Hasta la semana pesada, se esperaba un incremento del 15% en la superficie triguera respecto al año pasado, y ahora la suba pasó al 17%. Hace un mes, era apenas un 5% lo que podía llegar a incrementarse.
Esto, pese a que comienza a inquietar la falta de agua, debido a que en gran parte de mayo y lo que va de junio se cortaron casi completamente las lluvias.
De todos modos, “hay localidades dónde empieza a hacerse notorio el salto que habrá este año en la siembra”, subraya la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la entidad rosarina.
Por ejemplo, ingenieros dicen que “en María Susana se sembrará un 40% más de lo que se hace normalmente. Este año haremos solo un 15% del maíz de lo que sembramos usualmente. Aumentamos el área de trigo para mantener las gramíneas”.
La necesidad de rotar y aprovechar el agua de los pérfiles sigue sumando lotes de trigo. La imagen actualizada de las reservas para el primer metro del suelo para el cultivo sigue mostrando niveles óptimos a adecuados en toda la región.
Por otro lado, un factor fundamental mencionado por la GEA es que los márgenes, si bien se achicaron respecto a mayo, “continúan siendo alentadores para el cereal”.
Con el transcurso de los meses, el repunte en el precio del commodity y la baja en los precios de insumos claves, como la urea, fueron reacomodando el “excel” triguero.
En enero, la urea casi duplicaba su precio actual con 950 dólares la tonelada, mientras que hoy los márgenes se calculan con una cotización de 530 dólares.
“La mejoría en los resultados respecto a inicios del 2024 ha sido fundamental para el campo argentino, con un incremento de 141 u$s/ha en campo propio y 198 u$s/ha bajo arrendamiento”, completa.
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