
Escribo estas líneas en la noche del sábado, al volver al hotel después del segundo día de actividad en Interlagos y tercero en San Pablo, en esta cobertura especial para Grupo Boing que está dejando una cantidad enorme de anécdotas y sensaciones, como sólo puede ofrecer la Fórmula 1.
Empezamos por lo que pasó el jueves en el Fan Zone, que volvió a demostrar que la Máxima es un show que excede largamente al deporte y lo que pasa cuando los motores rugen. Adonde va, convierte en fieles del automovilismo a millones de personas, sea Singapur, México o Brasil. Ya el viernes fue un día de sorpresas en una San Pablo que sabemos siempre puede tener a la humedad como protagonista. Pero esta vez lo que pasó fue que antes de nuestra primera presencia en el circuito habíamos chequeado los dispositivos y había desaparecido todo pronóstico de lluvia, pero finalmente hubo una tormenta bastante severa en la madrugada del viernes que se extendió hasta media mañana. Esto dejó el piso bastante húmedo, a pesar de las categorías que estuvieron haciendo espectáculo en la pista temprano, como la Porsche y la Fórmula 4 brasileña.
Obviamente con la pista húmeda se sabía que iba a afectarse algo de la normalidad en la primera y única práctica, que fue un poco irregular: los Mc Laren siempre adelante, a Colapinto se notó que le costaba y empezó a evidenciar algunos problemas con el coche, por lo que veíamos que no encontraba el ritmo. Después la gran novedad fue Max Verstappen, al que le costó tanto el viernes como el sábado.

El agua fue la protagonista también en la Sprint a la hora de sacar del molde una carrera bastante lineal. Fue cuando Norris pisa uno de los pianos a la salida de la curva que se conoce como “la S de Senna”, desparrama el agua y deja una parte de la pista mojada a los que venían atrás. Su compañero Piastri pasa por ese lugar y se despista. Producto de esa huida también se le va el auto a Nico Hulkenberg y a Franco Colapinto. Todo pasó en pocos segundos y a metros de donde estábamos con un grupo de argentinos en la tribuna.
Hasta ese momento, Franco lo venía aguantando bien a Gabriel Bortoletto, el brasileño que por primera vez corre en Fórmula 1 en su país y por el que ya hay devoción. Colapinto había largado bien, adelantando un par de puestos en la largada, entre ellos al juvenil local de Sauber, que a su vez tendría casi al final otro choque, realmente espectacular y que nos asustó a todos. Algo pasó, porque su DRS quedó abierto, no llegamos a saber por qué pierde el control antes de entrar a la curva. Pero para los que seguimos hace años la Máxima, creo que desde aquel accidente de 2020 que no veíamos algo así de grave.
Algo para destacar después fue lo que hizo el equipo de Alpine. Nosotros estando en la tribuna y viendo cómo había quedado el auto de Franco, la verdad pensamos que no iba a poder hacer la Qualy. Pero en poco tiempo rearmaron el chasis y se pudo subir a la clasificación, más allá de que no superó la Q1 (algo que sí hizo Gasly, que además sumó un punto en la Sprint) es bueno para la moral de Colapinto, que el día anterior había sido confirmado para la temporada que viene.
Como decía antes, la megasorpresa fue ver cómo Max Verstappen pasaba a muy baja velocidad por delante nuestro cuando estaba por terminar la Q1 y no podía pasar de tanda, algo que no sucedía desde hace años. También para destacar lo que viene haciendo Bearman, en el Haas con motor Ferrari y el muy buen fin de semana que están teniendo los Mercedes. De Max, no podemos decir que no tiene chances porque el año pasado salió 17 y terminó ganando, bajo la lluvia.
Para los que pudimos viajar y para los que la vean por tele, se viene una carrera fantástica en la que el campeonato está al borde de definirse con Norris por arriba de Piastri. Larga en la pole y quedará por ver si soporta la presión, ahora que la tiene él más que Piastri, el australiano que amenazaba con quedarse con la corona varias fechas antes del final del campeonato y que en la segunda parte de la temporada perdió velocisad y precisión. Las Ferrari irán con su ilusión como siempre, con Leclerc más arriba que Hamilton, pero con tifosis en cada rincón de Interlagos.

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