En el marco de la quinta audiencia del juicio contra los ocho acusados de asesinar a golpes a Fernando Báez Sosa en enero del 2020, una de las personas que testificó fue la recepcionista de un hotel cercano a Le Brique. Andrea Ranno dio detalles del escape de los rugbiers tras la feroz paliza al joven que terminó muriendo por las heridas.
“Todos se sentían partícipes de ese festejo. Escuché a uno de ellos decir ‘le rompí toda la jeta, viste’ y ‘le llené la jeta de sangre’ mientras pasaban por la puerta del hotel riéndose y festejando entre ellos”, declaró consternada sobre lo ocurrido en Villa Gesell hace alrededor de 3 años.
Por otra parte, la declaración de Ranno comprometió aún más la situación de Máximo Thomsen, el principal acusado de los ochos rugbiers que participaron del crimen. “El que iba adelante iba con la camisa oscura abierta, bermuda. Iba caminando desaforadamente con puños cerrados, sacado. Los que venían detrás iban muy relajados”, sostuvo en referencia a él.
“Vi a un chico trotando (después identificado como Thomsen) y atrás a otro grupo. Pensé que no se conocían y que le iban a pegar. Iba a llamar al 911 pero justo escuché que lo llamaron por un apodo. Entonces, dije ‘se conocen'”, agregó.
Entre lágrima, Ranno cerró: “Declarar hoy, enfrente de los padres de Fernando, es como volver a matar a su hijo. Es terrible decir una y otra vez como fue todo”.
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