
Leandro Illia dialogó con el equipo de Ya Pasó por Radio Boing y compartió detalles y reflexiones sobre Mi Padre, el libro en el que reconstruye la figura, los valores y las decisiones políticas de Arturo Umberto Illia. Durante la entrevista, repasó el proceso de escritura, el contexto histórico y las razones que lo llevaron a plasmar estas vivencias.
“Sentí que era necesario dejar este testimonio”
Illia contó que el proyecto le demandó más de dos años y medio de trabajo, motivado por una convicción personal: “Era necesario. Yo lo sentía necesario. Una voz de la conciencia, del corazón y del recuerdo me pidió dejar este testimonio para el país”.
Sostuvo que su intención es recuperar valores que considera hoy debilitados —ética, dignidad, solidaridad— y transmitirlos a las generaciones actuales y futuras.
Un proceso de recuerdos y archivo
El autor destacó la colaboración de la editorial Planeta para transformar sus vivencias en un relato accesible: “Soy abogado, no escritor. Tuve que chequear archivos, revisar documentos, contrastar recuerdos. La ayuda de la editorial fue fundamental”.
Malvinas: el trasfondo de la resolución 2065
Uno de los capítulos más relevantes del libro aborda la gestión de Arturo Illia para instalar la cuestión Malvinas en Naciones Unidas. Su hijo explicó que el trabajo diplomático comenzó desde el inicio del gobierno, con vínculos estratégicos con los países no alineados. “Mi padre tenía claro que necesitábamos una resolución de la ONU que avalara nuestra posición. La resolución 2065 fue histórica: obligó a Gran Bretaña y a la Argentina a discutir la soberanía”.
Las conversaciones bilaterales comenzaron a principios de 1966, pero el golpe militar impidió que avanzaran.
La educación como prioridad absoluta
Illia también resaltó la importancia que su padre le dio a la educación pública, destinando el mayor presupuesto de la historia hasta ese momento —26,3 %— al sistema educativo. “Creía que la educación era el motor del ascenso social. Nunca hubo un presupuesto tan alto”.
Además, reivindicó la figura de Luz Vieira Méndez, psicóloga y referente de UNESCO, quien dirigió el plan nacional de alfabetización.
Coherencia y rechazo a la propaganda
Otra parte del diálogo se centró en la personalidad de Arturo Illia y su relación con la política. Leandro recordó una experiencia que su padre vivió en Alemania en los años ’30, cuando fue detenido por negarse a cantar una canción nazi. Ese episodio influyó en su postura contra el uso de la propaganda estatal: “Nunca quiso gastar un peso en publicidad. Prefería que los hechos hablaran”.
Un agradecimiento especial a Rosario
Antes de despedirse, Illia evocó la histórica recepción que vivió su padre el 20 de junio de 1966: “Le tengo un agradecimiento enorme al pueblo de Rosario. Fue un recibimiento apoteósico”.
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