
Desde la migración al nuevo edificio del Hospital Regional Dr. Jaime Ferré de Rafaela, todos los servicios comenzaron a funcionar a pleno, y el área de Maternidad fue una de las primeras en mostrar su operatividad. En las primeras 48 horas, se realizaron dos cesáreas y se concretó el primer nacimiento por parto respetado en la nueva sede ubicada en bulevar Lehmann 2800.
La directora del hospital, Natalia Weppler, destacó que el bloque obstétrico y neonatal “se proyecta como un centro de atención perinatal de alta complejidad, plenamente operativo desde el inicio de la migración, combinando infraestructura moderna, equipos interdisciplinarios y un modelo de atención centrado en las personas”.
El sábado 13 de diciembre por la tarde se llevó a cabo la primera cesárea en el nuevo edificio. Se trató de una intervención electiva, realizada al inicio del trabajo de parto y respetando la decisión de la mujer, en el marco de la Ley de Parto Respetado. La paciente ingresó a las 16 y su hija, Adhara, nació a las 17.17, con una evolución favorable y acompañada en todo momento por el equipo de salud.
La doctora Lucrecia Sánchez Guerra, residente de segundo año del servicio de Tocoginecología, señaló que el procedimiento se desarrolló con los cuidados necesarios para garantizar los derechos de la madre, el acompañamiento y la promoción de la lactancia materna desde el primer momento.
Al día siguiente, el domingo 14 por la mañana, se concretó el primer parto respetado en el nuevo hospital. La paciente ingresó a las 8, acompañada por su pareja, y a las 10 nació su bebé, Aitana, en una experiencia atravesada por la contención del equipo interdisciplinario.
La médica Camila Engler, residente de primer año del servicio de Tocoginecología, explicó que la mujer pudo transitar las distintas etapas del trabajo de parto en espacios especialmente preparados, con acompañamiento de enfermería, neonatología y pediatría de guardia, y con especial énfasis en el inicio de la lactancia materna. Además, subrayó la importancia de los cursos de preparto que brinda el hospital para preparar a las personas gestantes en temas como parto, cesárea, lactancia y cuidados del recién nacido.
Un servicio pensado para el parto respetado
El nuevo Hospital Regional de Rafaela cuenta con un bloque neonatal y obstétrico completamente equipado, diseñado para brindar una atención integral, segura y humanizada. El sector incluye áreas de preparto, parto y postparto, enfermería y consultorios, organizados en un circuito que evita traslados innecesarios y facilita el trabajo del equipo de salud.
El modelo de atención se basa en el enfoque de parto respetado, priorizando el bienestar físico, emocional y vincular de la madre, el recién nacido y su entorno. Las Unidades de Parto Respetado están equipadas con camas transformables y accesorios como telas, pelotas y banco de parto, que permiten adoptar distintas posiciones durante el trabajo de parto. Además, el bloque dispone de un quirófano exclusivo para obstetricia con tecnología de alta complejidad.
El circuito de atención culmina con la internación conjunta madre-hijo, ubicada en el segundo piso, donde se promueve el apego, la lactancia materna y la continuidad del cuidado. Para acompañar este proceso, el servicio cuenta con obstétricas especializadas en puerperio y lactancia, así como con una Residencia para Madres, un espacio de alojamiento destinado a quienes deben permanecer cerca de sus bebés internados, ofreciendo un entorno cálido y contenido.
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