Durante su primer encuentro con los cardenales que lo eligieron como el 267º pontífice de la Iglesia Católica, el Papa León XIV reveló que eligió su nombre en homenaje a León XIII, reconocido por su encíclica Rerum Novarum, dedicada a la cuestión social durante la primera revolución industrial. En su mensaje, expresó el deseo de continuar ese legado frente a los desafíos del presente, como la cuarta revolución industrial y el avance de la inteligencia artificial.
En su discurso, el pontífice subrayó la importancia de valores como la verdad, la justicia, la paz y la fraternidad, pilares del Evangelio y brújula para la misión de la Iglesia en el mundo actual. Invitó además a los cardenales a caminar junto a él en esta nueva etapa, en continuidad con las enseñanzas del Concilio Vaticano II y el legado del Papa Francisco.
Durante la ceremonia, manifestó su agradecimiento a los cardenales que acompañaron el período de Sede Vacante, especialmente al decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, y al Camarlengo, Kevin Joseph Farrell. Recordó también con afecto a Francisco, describiendo su fallecimiento como un “acontecimiento pascual” y pidió encomendar su alma al Padre misericordioso.
Para cerrar su intervención, citó a San Pablo VI y expresó su anhelo de que “una gran llama de fe y de amor” ilumine a toda la humanidad. Con estas palabras, reafirmó su compromiso de guiar a la Iglesia en tiempos de transformación, impulsado por la esperanza y la fe.
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