
Tras concluir su primer viaje apostólico a Turquía y Líbano, el Papa León XIV repasó los momentos más significativos de la visita y envió un mensaje contundente de esperanza, reconciliación y unidad. Lo hizo después del rezo mariano del Ángelus, donde aseguró que “la paz es posible” y que los cristianos pueden construirla “trabajando junto a personas de otras religiones y culturas”.
El pontífice subrayó además que la unidad de la Iglesia continúa siendo un compromiso “vivo y urgente”, especialmente en el marco de los 60 años de la histórica Declaración conjunta entre Pablo VI y el Patriarca Atenágoras, que puso fin a siglos de excomuniones recíprocas.
El paso por Turquía y un mensaje por la unidad de los cristianos
Uno de los momentos más emblemáticos del viaje fue la oración conjunta en Iznik —la antigua Nicea—, donde León XIV se reunió con el Patriarca Ecuménico Bartolomé y representantes de diversas confesiones cristianas. Allí, evocó los 1.700 años del primer Concilio ecuménico y llamó a renovar el compromiso por la plena unidad visible entre todas las iglesias.
“Demos gracias a Dios y renovemos nuestro compromiso en el camino hacia la plena unidad de todos los cristianos”, expresó, al tiempo que destacó la vitalidad de las comunidades católicas en Turquía, que —dijo— “viven el Evangelio en la sencillez, el diálogo paciente y el servicio a los que sufren”. Para el Papa, esta entrega silenciosa refleja “la lógica de Dios, que se manifiesta en la pequeñez”.
Un Líbano que conmueve: “Un mosaico de convivencia y solidaridad”
León XIV también hizo un especial balance de su paso por Líbano, país que describió como un “mosaico de convivencia” pese a la crisis prolongada que atraviesa. El encuentro con los familiares de las víctimas de la explosión en el puerto de Beirut resultó uno de los pasajes más conmovedores del viaje.
“Esperaban una palabra y una presencia de consuelo, pero fueron ellos quienes me reconfortaron con su fe y entusiasmo”, señaló el Pontífice, visiblemente marcado por la fortaleza espiritual de los libaneses.
El Papa reiteró que estos gestos demuestran que la paz es un camino posible, que puede construirse desde abajo, “con la colaboración activa de cristianos y personas de todas las religiones”.
Un llamado urgente por Asia tras desastres naturales
En el cierre de su mensaje, León XIV expresó su cercanía con los pueblos del Sur y Sudeste asiático, recientemente golpeados por desastres naturales. “Rezo por las víctimas, por las familias que lloran a sus seres queridos y por quienes brindan ayuda”, afirmó.
El Papa instó a la comunidad internacional y a las personas de buena voluntad a intensificar los gestos de solidaridad y apoyo humanitario hacia las regiones afectadas.
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