Dólar

Dólar Oficial:$1425 / $1475
Dólar Blue:$1420 / $1440
Dólar Bolsa:$1463.8 / $1465.6
Dólar Contado con liquidación:$1505.9 / $1506.5
Dólar Mayorista:$1441 / $1450
Deportes

El presidente de Estudiantes de Río Cuarto estuvo preso por ingresar drogas a la cárcel en un camión de su empresa

El polémico dirigente es empresario frigorífico y dueño de un multimedios. Tiene muy buena relación con "Chiqui" Tapia.

Alicio Dagatti, de la cárcel a la Primera A del fútbol argentino.

El histórico ascenso de Estudiantes de Río Cuarto a la Primera División después de ganarle las finales del reducido a Deportivo Madryn, volvió a poner bajo la lupa a uno de los dirigentes más controvertidos del fútbol argentino: Alicio Dagatti, presidente del club desde 2015, empresario frigorífico e imputado en una causa penal por narcotráfico, corrupción penitenciaria y asociación ilícita. El dirigente estuvo ocho meses detenido y pasó casi toda la campaña de su club en la cárcel, hasta que recuperó la libertad en agosto pasado después de pagar una fianza de medio millón de dólares. Aunque él esté libre, la investigación sigue abierta y ahora pasó al fuero federal.

Dagatti había caido preso en diciembre de 2024, después de que un camión del frigorífico Livorno —empresa que integra su grupo familiar— fuera interceptado cuando intentaba ingresar al penal cordobés de Bouwer con un cargamento de drogas, psicofármacos, alcohol y teléfonos celulares, según determinó la fiscalía de Delitos Complejos. Para los investigadores, existía una “estructura aceitada” que abastecía de manera clandestina a distintas cárceles, por lo que Dagatti, su hijo y varios empleados fueron imputados por asociación ilícita.

Aunque el dirigente siempre negó los cargos, la causa creció en volumen, y la Cámara de Casación Penal ordenó semanas atrás que todo el expediente pasara al fuero federal, un movimiento que abre la puerta a una pesquisa más amplia sobre el entramado delictivo. El presidente de Estudiantes es titular del frigorífico Livorno y también es dueño de un multimedios en Río Cuarto.

En paralelo, Dagatti retomó por completo su rol dirigencial. Y lo hizo justo cuando Estudiantes consiguió el premio mayor: después de 41 partidos y una campaña sólida, el equipo regresó a la elite del fútbol argentino. En la instancia final, se cruzó con Deportivo Madryn, al que le ganó 2 a 0 de local y luego el empate 1 a 1 en tierras patagónicas selló el ascenso. Así, después de cuatro décadas el club de Río Cuarto en el que jugó Pablo Aimar que formó a Pablo Aimar antes de su llegada a las inferiores de River, vuelve a jugar en la máxima categoría del fútbol argentino. El partido de este domingo, con la clasificación ya casi consumada, terminó con agresiones del público de Madryn a los jugadores de Estudiantes, con piedrazos e invasión del campo de juego.

En este contexto, apareció para Dagatti un punto de fricción: su estrecha relación con Claudio “Chiqui” Tapia, presidente de la AFA, que lo felicitó públicamente por el ascenso. Ese gesto reavivó las críticas sobre los vínculos de poder dentro del fútbol argentino, especialmente cuando uno de los dirigentes más cercanos al presidente de la casa madre está involucrado en una investigación tan sensible. Varios recuerdan que la cancha de césped sintético de los celestes lleva el nombre del presidente de la AFA.

La cancha sintética del Estudiantes cordobés lleva el nombre de “Chiqui” Tapia.

Con Estudiantes ya instalado en Primera, el club enfrenta ahora un doble desafío: sostener su rendimiento deportivo y navegar un frente institucional complejo, con un presidente que aún debe enfrentar la Justicia. Para los hinchas, el ascenso es un sueño cumplido. Para Dagatti, también es un escenario inesperado: pasó de estar tras las rejas a celebrar en el campo de juego, mientras el expediente que lo involucra sigue avanzando en los tribunales.

Comentarios

5